El gobierno municipal se "repensará" el calendario previsto de aprobación el nuevo Reglamento de uso de equipamientos cívicos y analizará la fórmula para abrir el debate a todas las entidades de la ciudad. Así lo ha confirmado el regidor de Participación Ciudadana, Carlos Fernàndez, en respuesta a las críticas tiradas por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mataró (FAVM). La entidad vecinal se ha mostrado contraria a este reglamento al considerarlo "excesivamente restrictivo y burocrático". Las principales quejas tienen que ver con la propuesta de creación de un Consejo de Centro, una nueva figura que no estaba contemplada en el texto del reglamento que consensuaron todos los grupos municipales a finales del mandato anterior. Este Consejo de Centro, explica Fernández, estaría integrado por representantes de las entidades y colectivos que hacen uso de los centros cívicos y que se reuniría un par de golpes al año para evaluar el funcionamiento de los equipamientos. La FAVM considera que esta medida pretende "controlar y ahogar la libertad de acción de las entidades asociativas, especialmente las de cariz vecinal".
"Queremos organizar el funcionamiento de los centros cívicos, por no haremos nada que ya no se esté haciendo, sólo lo pondremos por escrito", se ha justificado el regidor de Participación. Fernández ha asegurado estar "sorprendido" por las críticas de la FAVM, que a través de un comunicado también aseguran no haber recibido información sobre el reglamento por parte del gobierno municipal. Fernández reconoce que la reunión prevista con las entidades vecinales se atrasó por varias causas antes de celebrarse el pasado 14 de septiembre: "pero entonces se los explicó todo", añade. Según Fernández, el Reglamento se traerá a aprobación inicial al pleno de noviembre y se aprobará definitivamente en enero. Entremedias se abrirá un periodo de exposición pública en el cual las entidades podrán presentar alegaciones. Aún así, el regidor ha avanzado que el gobierno se está "repensando el calendario y la metodología para que todas las entidades puedan participar".
La CUP critica la carencia de participación
El grupo municipal de la CUP ya ha anunciado que no apoyará al Reglamento de uso de los centros cívicos "por la forma como se ha redactado y por el procedimiento que se ha seguido". La formación independentista considera que no se ha tenido en cuenta la opinión de las entidades ciudadanas afectadas por este reglamento y que el documento sólo servirá para poner "trabas burocráticas" al uso de los equipamientos de la ciudad. La CUP también lamenta que el nuevo reglamento considere iniciativas como el Casal de barrio de las Esmandies como una "excepción" y que no se apueste para extender este modelo a otros barrios de la ciudad.

Entrada del centro cívico de Rocafonda
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