Las emociones de Las Santas más especiales

Las Santas hacen Mataró y Mataró hace Las Santas. El binomio entre ciudad y Fiesta Mayor, entre mataronins y los actos más idiosincrásicos, devuelve este año con unas ganas y un motivo renovados. Hace tres años, desde el Chasquido Final del 29 de julio del 2019, que la capital del Maresme no vive su ritual más especial en plenitud. Por el camino, versiones y alegorías pero no unas Santas cómo todo el mundo las entiende, concibe y aprecia. Pero este 2022 sí. La Covid no se ha esfumado, pero socialmente se le ha ganado la partida. Y la ciudad hace Santas y Las Santas pueden volver a hacer Mataró. Tan sencillo y tan emocionando cómo esto.

Sí, emocionante. Esta es la Fiesta Mayor más especial, unas Santas para emocionarse con cada cuarto temprano especial, por compañía, espacio o acto que se esté visquent. Las mil Santas diferentes que caben en un mismo paréntesis de fechas devuelven y, con ellas, toda la ciudadanía que con más intensidad o menos, viven la fiesta y prueban ni que sea poquíssim de su elixir. Más de mil días después se recupera el programa y aquellos nombres que esveren solo de pronunciarlos: Noche Loca, Fuegos y Sarau, Pasada, No hay bastante. Recuperamos las noches sin toques ni quedas. Retomamos el hilo de la paulatina descentralización y el mensaje cultural que recús la ciudad, con nuevos espacios alejados del Centro que no tiene porque congregarlo todo.

Los actos serán masivos y las temperaturas muy altas

Y vuelve el Bequetero libre y proyectado, contando a quince sin limitaciones ni sillas de madera. Sin necesidad de sentirse furtivo ni clandestino. Con la Banda y junto a los Gigantes. Vuelven las chispas de fuego y el sonido de los tabals, probado ya a las fiestas populares o por Sant Jordi, que estallará en una Escapada a Negra Noche que es pura luz en la oscuridad. Y vuelve el agua a la Rociada, como tercer elemento primario de la Noche más Loca de todas. Por emociones, a Mataró, el 25 de julio. Suerte que es lunes, dirán algunos. Será masivo igualmente.

Una fiesta algo más esparcida

Vuelven los actos infantiles y de entre las poquíssimes estrenos y novedades se adivina en el programa una cierta intención de potenciar los mediodías y de seguir cuidando el plantel de los niños. Vuelve el Parque Nuevo como rincón de fantasías, bajo a mar como refugio festivo y climático gracias al agua para bañarse y la música para bailar. vuelven los Fuegos, con aquel tendido de jefas.

Se recuperan los pasacalles de figuras del Séquito y las Dormidas o la Encendida de los Diablos de Mataró. O este domingo la fiesta castellera, ya. Todo aquello que el año pasado era espectáculo de golpe vuelve a acontecer una fiesta, al natural y a pie de calle. Donde corresponde la cultura popular porque, con toda obviedad, es donde es este pueblo.

Las Santas de siempre

Una población a quien no le costará mucha de hacer memoria de cómo eran Las Santas. Preparémonos para sudar la gota gorda porque la canícula va cargada de grados, todavía más del habitual. La sombra irá preciada y de la noche hacer día será norma por los más troneras. Los sonidos de la Fiesta Mayor, cómo los petardos y cohetes o las campanas, cómo la música o los conciertos, volverán a envolver la ciudad. También en esto hay que recordar y recuperar el civismo de unos y la tolerancia de los otros.

También habrá espacios más distinguidos. Momentos por la fe de los unos o por el gusto de los otros. Recitales de corals, mucha cuota local en la programación, la Misa de las Santas por primera vez con una directora o dos conciertos de pago al Monumental. Y habrá también Las Santas fuera programa, las no declaradas si nunca pasaran por una aduana. Los momentos de desmadre, los contornos de la fiesta. Un acontecimiento que literalmente paraliza la ciudad y que, a la vegada, es espejo y escaparate del que esta es el resto de año.

Unas Santas con refuerzo de seguridad, con preocupación por el incivismo y con el gran objetivo de no sufrir la lacra de las agresiones sexistas de ningún tipo. Unas Santas lilas, inclusivas y respetuosas. Toca emocionarse y que todo el mundo se pueda emocionar a la suya. Que así sea.

Lse Santas 2022 son una botella de cava sacudida a conciencia, con el tapón de corcho a punto de saltar por los aires. En ninguna parte de champán lleva un compendi de emociones que se desatan, que xarboten. Han pasado dos años y una pandemia desde la última vez y esto multiplica las ganas y, a la vez, la carga sentimental. Desde los pequeños detalles en los momentos más íntimos, de los estallidos masivos a los actos de pequeño formato, todo tendrá su poso en forma de emociones.

Cada persona, cada familia, cada pandilla vivirá Las Santas en su manera y entre todas las emociones comprendidas se compondrá el mosaico más emotivo de la Fiesta Mayor. Algunas de las emociones compartidas ahora que empiezan los días más especiales serán estas:

La gran mayoría de actos masivos que se asocian a Las Santas vuelven después de tres años. Será un reencuentro con toda regla, con todo su significado emotivo asociado. Se está notando por ejemplo en el seno de los Renacuajos de Mataró. Los castellers llevan todo el mes ensayando por este domingo 24 a mediodía poder hacer la fiesta castellera. Los suyo Presidente, David Minguillón explica que "es nuestra actuación más importante y hay mucha ilusión. Durante todo este mes hemos ido viendo cómo íbamos llenando el patio de ensayo de estas ganas de reencontrarse con Las Santas y la Plaza de Santa Anna llena". Los de la camisa azul también se reencuentran con los Castellers de Vilafranca y los Muchachos de Terraza, que apuestan por castillos de gamma extra y de 9 pisos respectivamente.

Los grandes actas más masivos vuelven después de tres años

Este reencuentro también es el que esperan con candeletes las pandillas y comparsas institucionales. Helena De Ramon, de las Diablesas lo describe de forma clara. "Tenemos muchísimas ganas de reencontrarnos con la gente, con mucha gente, hay muchas ganas de Escapada y del resto de actas después del 'teatrillu' del año pasado con la gente sentada. Las Santas son este contacto con la gente". Pandillas y entidades implicadas se han habido, a la vez, de reencontrar con toda la preparación y las reuniones previas, momentos en que la emoción de decir "este año sí" se ha hecho más patente que nunca.

No hay nadie que las viva con más intensidad e ilusión. El detector de las ganas de Santas nunca engaña: los ojos como platos de los niños y niñas ante los Gigantes, bajo el agua de la Salpicadura, disfrutando del Espacio Familiar o dando el chupete a una figura son delatores de felicidad íntima y generosa. Las Santas, con sus imágenes, protagonistas y músicas, son el motivo preferido de muchas criaturas a las cuales los últimos dos años se los ha negado la experiencia y la escuela de fiesta que supone la Fiesta Mayor. Esta será la primera fiesta de algunos y cómo si lo fuera de otros muchos que, por edad, seguramente no se acuerdan de las del 2019. Unas Santas de descubrimiento, o de redescubierta.

Serán las primeras Santas por muchos niños que no las ha visto o no las recuerda

Descubrimiento de los niños y también de sus madres y padres. Hay criaturas de menos de 5 años capaces de tararejar todos los bailes y que quizás no los han visto nunca en directo. Un caso entre muchos es el Elm, con dos anyets acabados de hacer. Recita los nombres de los Enanos y baila con las figuras de goma. Su madre, la Berta , explica cómo encaran estas Santas: "Es una sensación curiosa. Nuestro hijo se sabe de memoria las músicas, juega con las figuras, ya las ha visto por Sant Jordi o en otras salidas y quiere Santas sin haberlas vivido nunca. Miraremos de llevarlo a verlas, en medio de la gente, porque vea todos estos elementos que ya conoce y sabe incluso decir por el nombre en su contexto natural. Serán unas Santas para descubrir el que ya se piensa que conoce, y nosotros con él".

La ilusión es seguramente la emoción más compartida por los mataronins, sedientos de Santas y de todo el que comportan. Pero también se vive entre bambalines entre los protagonistas y possibilitadors de los diferentes elementos de la Fiesta Mayor. La Dolores Fernández, por ejemplo, que canta la Misa de Gloria de Padre Blanch desde el año 1970 y que tan solo los dos últimos años no lo ha podido cantar. Explica que "la recuperación del coro popular este año, es recuperar la singularidad de la Misa de las Santas, el acto central de la Fiesta.

Poder protagonizar actas, por primera vez o por enésimo, genera una gran ilusión

El coro es la expresión de la representación popular de la ciudadanía que espera ilusionado todo el año para poder reencontrarse a los ensayos previos y cantar la Misa el día 27. Después de estos dos años que no se ha podido cantar, la reencontrada de los cantaires el primer día de ensayo era de felicidad. La gente estaba muy ilusionada", explica y teoritza que "hay que cuidar este valor de la participación popular de cara al futuro puesto que es el valor genuino de la Misa de las Santas".

Es ilusión, es orgullo y es una responsabilidad", dice David Minguillón sobre 'La Primera Noche de Santas' que este viernes 22 a la Plaza de Santa Anna reunirá alrededor del ensayo de los Renacuajos de Mataró lo doble concierto de Ignorantes y la exhibición de La Nave Dance Studio. "Por la pandilla es un gran esfuerzo, pero nos implicamos para poder abrir la Fiesta Mayor invitando a todo el mundo", dice el presidente de los castellers.

Las Santas son alegría compartida pero también pueden tener momentos más introspectivos. A menudo se asocian las grandes ocasiones del calendario, y las fiestas cómo esta o en Navidad son ejemplos, a reencontradas familiares o de pandilla en las que se puede echar de menos quienes ya no está. La añoranza es también una emoción propia de estos días y si pasa de por sí, con el añadido de la sacudida emocional y social que ha supuesto la Covid es normal que se multiplique. Que estas también sean unas Santas de recuerdo por las 333 personas que han perdido la vida a la ciudad por culpa de la Covid es pertinente y consecuente.

Las fiestas también son momentos de recuerdo de los que no están

Más allá y antes y después del virus, pero, podemos asociar actas, momentos o detalles con personas concretas. Añorar abuelos, padres, amigos, compañeros que ya no estén, comunidad con la que habías hecho fiesta, familia que ya no está, personas referentes del ámbito festivo no tiene porque ser sinónimo de tristeza. Tenerlas presentes, cada cual en un momento, es también una manera de darle contenido y emoción a los compases más sentimentales de la Fiesta Mayor. El cohete de aviso para ir al Llamamiento, solitario, sórdido, contundente y simple es un momento preciso para hacerlo. Añoranza antes de desatarnos.

Pocos actas de la Fiesta Mayor concentran la dosis de emoción y mensaje de las Dissantes, la primera cita de masas el sábado 23 a la Playa del Varadero. Vuelve con todo, con el estimadíssima imagen de en Santi, alrededor de la canción del 'Yo zoco cómo tú', con los usuarios de la Fundación Maresme demostrando que con aprecio, dedicación y mucho trabajo se puede hacer un tipo de milagro comunitario, un festival dentro de la Fiesta Mayor, todo un sábado que es una lección de reconocimiento mutuo.

El mensaje del 'Yo zoco cómo tú' devuelve con toda su fuerza

Hace semanas que toda la maquinaria, con centenares de personas involucradas desde el voluntariado, afinan piezas y plazos porque el tendido de personas sea notable a la hora de la flashmob, los conciertos sean un éxito y cada pequeño elemento, del mercado a los juegos inclusivos, de la barra a la cena, del primer concierto al final de fiesta acontezca un ejemplo. Los mataronins The Tyets son junto con los masnovins Lágrimas de Sangre los grandes atributos musicales. Oriol De Ramon y Xavier Coca lo tienen claro: "Nos flipa poder tocar por Las Santas tres años después y hacerlo en casa. Siempre nos hemos presentado como hooligans de Mataró" para añadir que "todo el trasfondo que tienen las Dissantes es espectacular. Es un hito como mataronins hacer el 'Yo zoco cómo tú', porque llegas a mucha gente y se lo estiman mucho".

Porque Las Santas sean exitosas hará falta que todo el mundo las pueda disfrutar plenamente y con respeto. El miedo es una emoción que puede ser aceptable en contextos concretos (la de los niños pequeños con los petardos, la de quien se guarece cómo puede del fuego de la Momerota) pero no como norma y menos como expresión de algunas de las peores lacras de la sociedad cómo es el machismo, las agresiones sexistas o LGTBIfòbiques. Del mismo modo que los niños tiene que perder el miedo de aquello que los hace temerosos, todas las personas tienen que poder hacer Fiesta Mayor con seguridad. Y esto pasa por los dispositivos habilitados.

La seguridad de la fiesta pasa para crear entornos seguros por absolutamente todo el mundo

Mataró prevé una Fiesta Mayor masiva y esto quiere decir también llena de riesgos. Por eso refuerza el despliegue policial para seguir especialmente los actos más masivos y que pueden ser más problemáticos, también por el horario nocturno. Y amplía también el número de 'puntos lila' de información y atención a posibles agresiones. Unas Santas para perder el miedo.

Unas emociones diferentes a las de los que viven Las Santas desde dentro de una pandilla son las de la mucha gente que las pasan trabajando. Trabajando de lo lindo y haciendo que el máximo de gente también las pueda celebrar especialmente comiendo y bebiendo. Hay muchos ejemplos, cómo por ejemplo la restauración. Marcel Margarit, por ejemplo, del popular Rincón de en Margarit explica cómo "Las Santas las vivimos muy intensamente y cada año ves las mismas familias. Todo el mundo aparece, voces cómo se hacen grandes, o venden los hijos. Voces la foto de cómo va variando la ciudad". Igualmente explica que su establecimiento al Callao es testigo "de cómo no solo es gente de Mataró, sino de todo Cataluña y hay días más familiares y otros de gente mayor". Y pide "que haya cordura en medio de tanto arrebato".

Entidades y restauración viven unas Santas diferentes, trabajándolas intensamente

De profesionales a vocacionales, otros que serán al servicio de los otros son las cofradías del Nazareno y Jesús Cautivo que se ocuparán de las barras del ron quemado a Habaneras y de la Juliana a Requisitos, respectivamente. Jordi Merino, de la Comisión de la Semana Santa, explica que "es nuestra manera de hacer, queremos ayudar porque así formamos parte de la fiesta porque la gran riqueza de Las Santas es que entre todos sumemos y participamos. Es una manera más de hacer ciudad". Además estas entidades son sin afán de lucro y el beneficio va a un fondo social.