Capgròs
Al mataroní Juan José Benítez se le presentó a principios del verano del año pasado la oportunidad de marchar a vivir en el extranjero. Había acabado sus estudios para trabajar en una funeraria pero no acababa de encontrar la oportunidad laboral que buscaba para poder crecer, tener unos ahorros e independizarse. "Todo esto es muy difícil hacerlo en Mataró y en el país en general", explica. Ahora vive a Bad Schmiedeberg, un municipio situado en Alemania con sólo unos 9.000 habitantes y en unos 130km de Berlin.
Qué hizo qué decidieras marchar a Bad Schmiedeberg?
Tengo un amigo que hace más de un año quevive. Un día me propuso quefuera para trabajar, que hablaría con su cabeza porque me contrataran. Así que no me lo pensé mucho, tomé la decisión de un día por el otro. Cogí mis cosas, sin casi dinero, y me planté en Alemania. Un mes después empecé a trabajar a la cocina de una clínica de rehabilitación y estoy muy contento. Cuando traiga ya un tiempo aquí y mejore el idioma tengo pensado enviar currículums a funerarias para poder trabajar del que he estudiado.
Es la primera vez que vivos en el extranjero?
Sí. Además, no tenía ni idea de alemán! El inglés te sirve si vas a capitales como Berlín pero en el pueblo donde vivo la gente no entiende ni habla el inglés. Al principio fue difícil, puesto que me tenían que repetir mucho las cosas. Bien es verdad que mis compañeras de trabajo tienen mucha paciencia. Vas aprendiendo despacio. Ahora en enero tengo planeado empezar clases de alemán y de inglés. También ayuda mucho el hecho que hemos hecho una pequeña comunidad de doce españoles que vivimos en el pueblo y ya somos una familia. Está muy bien poder llegar a casa después de estar trabajando y hablar en castellano o catalán con los amigos.
Qué te ha aportado estos primeros meses lejos de Mataró?
Me ha servido para crecer. Cuando estás lejos de casa tuya maduras y voces las cosas diferentes. También me está sirviendo para tener una vida que no podía tener en Mataró, donde los alquileres de los pisos y la vida en general es muy cara. Aquí he tenido la oportunidad de encontrar trabajo, de tener unos ahorros, mi coche e incluso independizarme solo. Al principio vivía con un amigo pero ahora ya estoy con mi gato, que he adoptado, en un apartamento que he alquilado. Cuando llegué a Alemania era una persona insegura, que no sabía qué hacer. Ahora sí, quiero quedarme más tiempo en Alemania e ir viendo qué me presentará el futuro.
Como inmigrante, como te ves en Alemania?
Hay gente para todo. Bien es verdad que en la mayoría de casos me he sentido muy acogido, como es el caso del alquiler de mi piso por parte del propietario o a la hora de buscar trabajo. También cuando ven que eres a un chico trabajador y de Barcelona te miran con buenos ojos. Un ejemplo de esto, una vez un paciente de la clínica donde trabajo se puso a decirme cosas un poco feas, así que vino un compañero a hablar con él y cuando el paciente supo mi procedencia me pidió perdón. Son muy selectivos. Al principio son fríos y desconfiados pero cuando te conocen cogen confianza rápidamente. Tampoco son muy afectivos en temas de contacto, esto de abrazarse tanto como nosotros no lo entienden. Aun así, no he tenido problemas y la mayoría de gente es respetuosa y amable.
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