Adriano Artieda es un mataroní de 31 años que ya hace cerca de un año que vive en el Arabia Saudí. Allátrabaja como chef ejecutivo a la empresa Leylaty Ballrooms and Restaurantes y dirige dos restaurantes. Cada mañana, sin excepción, se quita para ir a trabajar, a las tres y media vuelve a casa y unas horas despuésvuelve para empezar el turno del anochecer. Pero Arabia Saudí no es el primer destino de Adriano fuera de la capital del Maresme. Previamente ya había sido viviendo en Hungría, donde trabajaba de 'Senior sueldos chef' y Headculinary development a Grand Hotel Glorius de Makó. Actualmente, a pesar de que vive en un país muy diferente, con restricciones drásticas y un papel fundamental de la religión, Adriano no se arrepiente de la decisión que tomó. "La oportunidad de crecer como profesional fue el que me hizo decidir a marchar de Mataró" apunta y asegura que "en Barcelona tardaría entre 10 y 15 años al obtener esta posición".
"Llenar el depósito del coche cuesta el mismo que cuatro garrafas de agua"
Te has adaptado bien?
Los inicios son difíciles en todas partes. Empiezas en un país nuevo donde hablan una lengua que tú no dominas y donde todo te resulta extraño. Además, es un país con muchas restricciones y con unas leyes que son muy drásticas y estrictas. Pero no te queda más remedio, o te adaptas o estás perdido. En mi caso yo soy una persona muy sencilla y con poco ya hago.
Qué te ha sorprendido de tu nuevo país de acogida?
Antes de venir ya había indagado información, pero hasta que no llegas no eres consciente de todas las libertades que tenemos en casa. Es el país musulmán que sirve de ejemplo para el resto del mundo, es el espejo y el diccionario del Islam. Aquí la religiónjuega un papel muy importante, es el pilar de la sociedad y las mujeres tienen un papel muy secundario. Cuando asumes que la mayor parte de cosas que nosotros conocemos como ocio aquí están vetadas... Es entonces cuando dejas de buscar aquella comodidad y aquellas costumbres que tenías en tu país.
Qué diferencias has notado?
La diversidad de tiendas que tenemos dentro de un mismo producto, puesto que en Arabia Saudí no tienen este abanico. También el hecho de poder quedar con alguien e ir a pasear y tomar algo en una terraza, porque aquí el concepto de terraza está vetado y a esto se le suma que no hay alcohol. A pesar de que cada nueva generación es algo más abierta de mente, en general los nativos de aquí son bastante cerrados y nos ponen a todos dentro del mismo saco (españoles, americanos, franceses, italianos, indios, etc.).
Alguna anécdota?
Arabia Saudí es uno de los principales distribuidores de petróleo del mundo. Aquí me puede costar el mismo comprar cuatro garrafas de agua de cinco litros que llenar el depósito de gasolina de mi coche de empresa, que son 85 litros.
Qué echas de menos?
Aparte de la familia y amigos, echo de menos el clima de Mataró. En Arabia Saudí es verano todo el año. Otras cosas que echo de menos son, por ejemplo, la facilidad de comprar junto a casa o el hecho de poder hablar mi lengua, el catalán. A pesar de todo, sigo muy conectado en mi ciudad a través de la prensa online, conversaciones telefónicas con la familia y skypes diversos.
Cuáles son tus planes de futuro?
No descarto nada. A pesar de que es un país muy cerrado, recomiendo ir por un contrato de dos años. Cuando vuelves a tu país, lo haces con otra mentalidad, otros objetivos y otros proyectos. Aprecias pequeños detalles que quizás antes los veías insignificantes o no los valorabas como por ejemplo.
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