En la muerto d’Oriol Batista

La muerte del regidor socialista mataroní Oriol Batista, a los 38 años, víctima de una larga enfermedad, ha sido un golpe muy difícil de digerir. Era una persona conocida y apreciada en muchos ámbitos de la ciudad, fruto de su trabajo durante más de diez años de regidor en áreas como Salud, Servicios Sociales y Vía Pública, y también en entidades como el Cortijo Sant Jordi, la Fundación Hospital, la asociación Enlleura't o la asociación de vecinos de La Llàntia. Desde todos estos ámbitos destacó por su voluntad de servicio público y de trabajo en favor de los más necesidades, tal y cómo destacan de manera unánime las personas que lo conocieron y trabajar con él. En el ámbito político las vio de todos colores, y en las circunstancias más complicadas –polémicas como el cambio de gestión de la perrera municipal, el brote de legionela a Cerdanyola o el 'caso Cernuda'- supo estar siempre la altura. La dignidad y la valentía con la cual afrontó el cáncer que sufría también fue encomiable. A pesar de que traía más de tres años luchando contra la enfermedad, no se desvinculó de la política municipal, y hasta los últimos días siguió la actualidad municipal, asistiendo a los Plenos municipales como regidor sin cartera. Con su muerte, Mataró pierde una persona honesta y valiente, que mostró siempre su compromiso firme con la ciudad.

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