Pere Pascual

En la penumbra

El artista badaloní Camil Giralt expone individualmente por primera vez en nuestra ciudad, con una interesante muestra en la sala del Colegio de Aparejadores de título “En la penumbra” que arrecia su apuesta pictórica.

El nombre de Camil Giralt aparecía por primera vez en nuestra ciudad en motivo de la Santo Rebrote de 2011 y repetía este año justamente con la obra que preside la muestra que hoy comentamos. Si su primera presencia ya mereció un destacado, en la última ocasión su obra acontecía la mejor en el apartado pictórico.

Ahora , en la sala del Colegio de Aparejadores, Camil Giralt presenta de manera contundente sus razones artísticas programáticas, establecidas en el fundamento de una técnica académica muy sólida en el apartado del concepto dibujístico y una traslación pictórica realizada con toda pulcritud, en la que el uso del acrílico permite, no tan sólo el mantenimiento de una textura absolutamente plana que es enormemente conveniente a las intenciones del creador, más bien también la creación de unos estados etéreos y evolvents que sueño los que generan la peculiar atmósfera que acontece verdadero eje del hacer de Camil Giralt. Y hay que remarcar este sentido de atmòsfera puesto que allá rae la bisectriz que separa cualitativamente la obra de Giralt.

Una atmósfera establecida en el realismo y en este caso en la figura femenina. Una figura desnudada de anécdota e incluso planteada en una cierta asepsia puesto que el artista rehuye intencionadamente del erotismo que podría emanar para no distraer la atención de aquello que lo importa que no es otra cosa que la magia, la provocación verso el espectador de que este acabe la obra, no tan sólo en el físico más bien también en el ambiental, convirtiéndola, si se tercia, más en un real personaje de sueño que no en el sueño de una persona real. Y valga aquí como nunca el juego de palabras.

Una exposición , la de camil Giralt, que se ve con placer y que nos permite intuir un futuro muy prometedor. La entrada del color, todavía anclado y subyugado por la potencia de la penumbra y la oscuridad, tendrá que provocar cambios en su percepción creativa, así como la lógica evolución verso otros caminos expresivos en el que corresponde a temática y desarrollo, serán los que ya darán unos parámetros bastante consistentes como para establecer su futuro.

Un futuro que actualmente está muy iluminado y lejos de la penumbra de la que nos habla en su recomendable exposición.

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