'En Mataró no encontramos aquello que necesitábamos, y a Llinars sí'

El traslado de buena parte de las instalaciones de la empresa textil Bóboli en Llinars del Vallès tiene un motivo muy claro. "En Mataró no encontramos aquello que buscábamos, y en Llinars del Vallès sí", destaca Mònica Algás, ninguno de màrketing & retail de la firma de moda infantil, e hija del fundador de la empresa, Francesc Algás. Fue a finales de la década pasada cuando la empresa se propuso adquirir nuevas instalaciones que sustituyeran su sede actual, el edificio de la avenida Lluís Companys donde están de alquiler. "Durante muchos años estos locales nos fueron útiles, pero nuestras necesidades logísticas actuales piden algo más". Buscaron una nave en Mataró que se ajustara a sus necesidades, pero la investigación fue infructuosa. "En aquella época del boom inmobiliario, los precios eran prohibitivos", resuelve Algàs. Después de adquirir el nuevo inmueble, en 2007, lo pusieron a alquiler, pero ahora ya han decidido trasladarse definitivamente. Será en octubre próximo.

A pesar del traslado, en Mataró se mantendrá el 50% de las instalaciones actuales de la empresa. Desde la capital del Maresme se seguirán realizando las actividades de logística inversa, distribución a tiendas y outlet. Pero polígono Llinars Park se instalarán las más destacadas, como son la oficina central, la sección de diseño y gran parte de la logística. Por lo tanto buena parte de la plantilla también se va al Vallès. "No es que nos haga ninguna ilusión marchar, preferíamos quedarnos en Mataró", reconocen desde la empresa. A pesar de que la capital del Maresme no los pudo ofrecer aquello que querían, y que a menudo se ha criticado la oferta de sol industrial y la capacidad de sus polígonos, desde Bóboli se abstienen de criticar la ciudad. "Nosotros no tenemos ninguna queja de Mataró, la marcha se debe de a un tema logístico".

"Déficit de techo industrial"
El regidor de Promoción Económica, Miquel Rey, reconoce pero que la ciudad sufre deficiencias en este sentido. "Desde hace años, Mataró es deficitaria en oferta de suelo y de techo industrial adaptado a las necesidades de las empresas de hoy", afirma Rey, que apunta a "una carencia" de locales como los que una empresa de la dimensión de Bóboli necesita hoy en día. "Antes de la crisis los precios estaban disparados, y las naves disponibles hoy no tienen suficiente superficie o bien sufren embargos muy importantes", resuelve el regidor, que apunta que el gobierno actual ha hecho "todo el posible" para mantener la empresa en Mataró. Por exempla, implicarla en el proyecto Cetemmsa. Rey recuerda, pero, que la decisión de la firma se remonta al 2007.