Objetos decorativos vintage en la tienda Topitos
Objetos decorativos vintage en la tienda Topitos

J. Vives

Entre la tendencia y l’oportunidad económica

Las tiendas de ropa vintage y de segunda mano, que ya son tendencia a las grandes capitales europeas, empiezan a proliferar en Mataró

Vestidos de grandes marcas en buen estado y a precios asequibles, jerseys de esta misma temporada a sólo 3 o 4 euros, o ropa de los años sesenta y setenta que se vuelve a poner de moda. Las posibilidades de las tiendas vintage y de segunda mano son muy variadas y responden a diferentes necesidades en momentos de crisis como el actual. La coyuntura ayuda a explicar la proliferación en Mataró de este tipo de establecimiento que, no obstante, hace tiempo que existen en ciudades como Barcelona o a las grandes capitales europeas. "Al resto de Europa, las tiendas vintage y de segunda mano se traen mucho, pero aquí hay más prejuicios", explica David Anguita, que acaba de abrir la tienda Topitos a la calle Sant Antoni. Anguita, que ya tenía experiencia vendiendo ropa y artículo vintage por Internet, ha abierto un local donde combina la ropa de segunda mano más económica con las piezas y objetos decorativos de más de veinte o treinta años. "Aquí puedes encontrar ropa echada de precios, jerseys de segunda mano a 3 o 4 euros que en la tienda normal tecuestan 30", detalla Anguita, remarcando la diferencia entre las oportunidades de segunda mano y la ropa vintage. En este último caso, se trata de prendas de ropa de los años sesenta o setenta, en la mayoría de los casos importada de países como Francia o Alemania, y que se venden a un precio más exclusivo. "La ropa vintage se vende más por tendencia, mientras que la de segunda mano se compra más por necesidad", afirma el responsable de la tienda Topitos, que también comercializa lámparas, muebles y objetos de los años 60. "La ropa y los objetos vintage son una moda, pero por razones económicas, la ropa de segunda mano también se ha convertido en tendencia", añade. Por eso, la clientela de tiendas de este tipo es muy variada, desde clientes benestants que buscan un detalle diferente para decorar la casa hasta personas que buscan ropa de abrigo a precio asequible por necesidad.

Así lo constata también Cristina Peñalver, de la tienda Meuteu situada al Torrente. Peñalver abrió su tienda de ropa de segunda mano hace un par de años, previendo que la crisis favorecería este tipo de negocio. "Ahora hay más necesidad y la gente busca ropa más económica", explica, añadiendo que tiendas como la suya proporcionan artículos de ropa en buenas condiciones y de marcas conocidas a precios bastante más asequibles. Pero la clientela de esta tienda no sólo busca la oferta: "también viene gente que está cansada de ver la misma ropa a todos los escaparates y saben que aquí encontrarán otros modelos y cosas diferentes que los permiten salir del estándar".
  

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