‘Escribía el nombre del Arropiero a la pizarra porque él aprendiera a firmar’

"El Arropiero estuvo viniendo a casa nuestra durando unos 3 años y, por suerte, nunca nos hizo ningún mal". Maria Rosa Pera, vecina de Mataró, relata con serenidad su contacto fortuito con el peor asesino en serie de la historia criminal española. Manuel Delgado Villegas, conocido popularmente como "el Arropiero", nació al Puerto de Santa María, pero durante la adolescencia vivió un tiempo en Mataró con su abuela. Fue entonces cuando el padre de Maria Rosa, Ramon Pera, conoció el que posteriormente sería el autor de 48 crímenes, de los cuales la policía sólopudo probar siete, uno de los cuales se cometió en Mataró. En concreto, el asesinato tuvo lugar el 23 de noviembre del año 1969 y la víctima fue Anastasia Borrella Moreno, que trabajaba al bar Iluro.

"Alrededor de 1958, mi padre era transportista, pero además se dedicaba a la venta de herraduras. El Arropiero, que entonces tenía unos 14 años y trabajaba en una ferretería de la calle Miquel Biada, vendía en casa después del trabajo y lo ayudaba a llenar los sacos de herraduras", explica Maria Rosa, que en aquel tiempo tan sólo tenía 7 años de edad. "Cómo que era analfabeto y no hablaba muy bien, mi padre decidió enseñarle a leer y a escribir", comenta. De este modo, Villegas estuvo visitando cada semana y durante unos 3 años la casa de los Pera, y Maria Rosa recuerda "haber escrito el nombre del Arropiero en una pizarra porque él lo copiara y aprendiera así su firma". A la cabeza de un tiempo, cuando la abuela de Villegas murió, el joven dejó el trabajo e inició su vida de vagabundo. "Dormía a las viñas quehabía detrás el hospital, y cuando mi padre se lo encontraba por la calle y le decía que tenía que ir a trabajar, el Arropiero no le respondía y lo miraba muy mal".

Durante un buen tiempo, la familia no tuvo noticias de Villegas, pero a la cabeza de unos años los vino a visitar. "Entró a casa y, a pesar de ir muy muy vestido, le pidió dinero a mi padre, que sólo le pudo dar cinco duros y tabaco", recuerda Rosa Maria. Esta fue lo ultima vez que lo vieron, y la familia poco se imaginaba el que descubriría con los años. "En una ocasión compré una revista y lo vi allá, acusado de cometer una gran cantidad de asesinatos", comenta Rosa Maria, que todavía tiene muy presentes los ojos rasgados y oscuros y el gusto por el actor mexicano Cantinflas que tenía, elentonces, futuro asesino.

Un relato muy inquietante y significativo que ahora rebrota con fuerza gracias al estreno del documental de Carles Balagué, "El Arropiero: el vagabundo de la muerte". En este documental, que se podrá ver este próximo jueves, día 23 de abril, al teatro Monumental, el cineasta barcelonés narra el recorrido vital de Villegas con el testigo de los policías y forenses que lo trataron después de ser detenido, en 1971.