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Xavier Amat

Esoterismo en tiempo de crisis

La preocupación por la situación económica personal y por el paro han pasado a encabezar los motivos de consulta a videntes, brujas y curanderos

La bruja Hanna –a ella le gusta definirse con este término – trabaja desde hace cuatro años a Libernia Mágica, en la calle de Naupacto de Mataró. Últimamente tiene jornadas en que está desbordada, todavía no sale un cliente que yaentra otro. En una pequeña habitación, después de atravesar la tienda llena de amuletos, piedras, velas y libros de esoterismo, echa las cartas a través de las cuales ve como puede ayudar la persona que tiene delante y que le pide consejo. "El tarot es la herramienta más pedida, pero también hacemos bastante lectura de manso e interpretación de los posos de café. La bola de vidrio ya casi no se usa", explica. Al parecer, la crisis económica no ha afectado los videntes y brujos, más bien al contrario, ahora más que nuncaacuden personas que finos hace un tiempo no se habían acercado en la tienda. "Los temas estrella eran el amor, la pareja... ahora no, ahora todo está relacionado con el dinero, el trabajo, si perderá el piso, si saldrá bien el traspaso del negocio... Vienen muchos empresarios a consultar si los conviene o no firmar un documento", informa Hanna.

A la misma altura de la ciudad, y no muy alejado, hay otro establecimiento dedicado a cuestiones esotéricas. Jaume Pujol es el propietario de Tu mundo mágico, a la calle de Sant Antoni, abierto desde el año 1994. Subscribe las palabras de Hanna. "Antes sobre todo venían personas débiles psicológicamente, que se sentían solas, que se hundían con facilidad. Ahora tengo aquí desde empresarios hasta tenderos, médicos, abogados... Eso sí, el número de mujeres sigue siendo superior al de hombres; interpreto que es porque la mujer, cuando tiene un problema, enseguida busca soluciones, mientras que el hombre se lo guarda más y confía en que ya pasará", dice Pujol. Además de atender la parte de tienda, él mismo, que a su tarjeta de presentación se describe como consejero humanístico y espiritual, echa las cartas y también tiene una especial debilidad por los péndulos. "Van muy bien por temas concretos y puntuales. Se acostumbran a usar sobre la fotografía de una persona, o sobre su letra, y según la dirección que sigue el péndulo y su vibración quiere decir una cosa u otra".

Un poco diferente es el caso de Oumar. Este senegalés, curandero y guaridor según sus mismos anuncios, atiende a su piso de la avenida de América, y no usa cartas sino otros métodos, como caracolas o ramas. "Pregunto al cliente su nombre y el de su madre. A partir de esto uso toda una metodología un poco complicada de explicar. Pero no pongo las manos encima la persona ni nada de esto", dice mientras remueve un rosario atornillado a tierra y que debe de hacer más de tres metros. "Soy muy religioso, musulmán. Yo no tengo poderes, el único poder lo tiene Dios. Yo sólo ayudo la persona a encontrar su camino, porque todo el mundo tiene cosas a mejorar. A una persona le puede ir bien el amor pero quizás no el trabajo. O le va bueno todo el anterior pero aún así no se siendo feliz. Todo tiene solución, pero a veces la persona no la voz, y yo estoy para procurar que la persona la encuentre".

"En muchos casos hacemos de sustitutos de los psicólogos, la gente el que viene a buscar es alguien que los escuche, y que los aconseje, y no tanto adivinar su futuro", coinciden a decir casi con las mismas palabras Hanna y Pujol. "Yo cobro el mismo dure el que dure la consulta; normalmenteestoy una hora y media, pero mehe llegado a estar hasta cuatro horas", informa el responsable de Tu mundo mágico. "Es un trabajo muy esgotadora, nosotrosestamos doce horas cada día, y con mucha implicación con el que te explica la persona, te tienes que poner en su piel, y hay casos mucho y muy delicados", confiesa Hanna. "A menudo he hecho también la función de mediador de pareja, mirar por qué las cosas no los funcionan y averiguar por donde pueden ir de ahora en adelante. Bien es verdad que tetienes que poner mucho, si no, no tiene ningún sentido el que hagamos, se tiene que tener una especial sensibilidad por el ser humano, y a veces he acabado llorando con el cliente", dice Pujol.

Mejor consideración social

Atrás quedan los siglos en los que las brujas iban de hacia la hoguera. Pero Jaume Pujol recuerda que los primeros tiempos de la tienda no fueron fáciles. "Recibí amenazas, entraba gente insultándome y diciéndome que me quemarían la tienda, sobre todo evangelistas. Esto cambió de golpe y ahora hace años que no tengo ningún problema". Además, tanto Pujol como Hanna consideran que su función no está reñida con la religión, y parte del material que venden son santos o estampas con referencias católicas, así como muchas de las velas que tienen a los estantes son para poner a aquel o aquel otro santo. "Ciertamente las personas que acuden a hacer una consulta no acostumbran a ser religiosas practicantes, pero perfectamente pueden ser creyentes", dice Pujol. A pesar de todo, el tema del esoterismo, de las brujas, de los videntes, sigue causante respeto. "La primera vez que viene una persona te mira como asustada, y notas que a muchos no los gusta que los vean entrar aquí, y no lo explican", según Hanna, que también desvela un dato interesante: más de la mitad de la gente que acude a sus servicios son nacidos fuera del Estado español. "Vienen muchos sudamericans, y también franceses, del Europa del Este... En verano, entran muchos italianos que pasan las vacaciones cerca de aquí, porque a su país sigue estando muy mal ver y lo aprovechan cuandomarchan".

 

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