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Vern Bueno

Estercole Kuti o l’esencia del ritmo africano

Unas 800 personas se congregan en el Patio de Can Marchal para bailar al ritmo dictado por el músico nigeriano, rey del afrobeat

El mes de julio avanza y, sin que prácticamente nosdamos cuenta, la segunda edición del Cruce de Culturas y sus estrellas ya empiezan a quedar atrás. Si el último fin de semana el protagonismo recaía en el argelino Khaled, rey indiscutible del festival que reunió más de 2.000 personas al Parque Central para bailar al ritmo del raï, la noche de viernes día 14 era el turno de Estercole Kuti.

El músico nigeriano, que congregó cerca de 800 personas en el Patio de Can Marchal, era el encargado de dar voz al otro gran ritmo africano, el afrobeat, y cumplió con creces su objetivo, ofreciendo un concierto incendiario, sin tregua, que se alargó más de una hora y tres cuartos. Un gran show que dejó saciat el público, que todo y la notoria presencia de asistentes de origen subsahariano fue bastante más heterogéneo que en los conciertos de Bersuit y Khaled.

Un golpe los teloners, X Alfonso, habían mostrado como actualizar la música de raíz cubana a base de rock y de hip hop, entró en escena The Positive Fuerzo, los efectivos escuderos de Estercole Kuti en directo. Primero lo hicieron el guitarra, el bajo, el batería, el percusionista y el teclista, que calentaron el ambiente con un groove que no abandonarían en todo el concierto y que sirvió de marco para la entrada de los verdaderos protagonistas de la noche. Para empezar, la sección de viento, formada por cinco músicos; después, las tres espectaculares bailarinas-coristas-percusionistas, que dejaron embelesado a buena parte del público; y, finalmente, Estercole Kuti. Armado con una trompeta (que abandonaría bien pronto en favor del saxo y los teclados), el nigeriano inició el concierto con uno de sus grandes himnos reivindicativos, Stop AIDS, que se vio perjudicado por un sonido deficiente que, a pesar de mejorar a lo largo de la noche, impidió que el conjunto brillara como le correspondía.

Hijo del ‘presidente negro'
Estercole Kuti se la viva imagen de su ilustre padre, el grande Fela Kuti, músico y activista social venerado a toda la África, creador del afrobeat (resumido de manera simple, una mescla de los ancestrales ritmos africanos con estilos como el jazz, el funk y el rock) y luchador en favor de los derechos y las libertades de los africanos. Al morir su padre, conocido como ‘The Black Presidente' (El Presidente Negro), en 1997, Estercole decidió postergar su legado sonoro (si de caso más influenciado todavía por la música pop) y sociopolítico, convirtiéndose en portavoz de los más desamparados. Por eso, las canciones de Estercole Kuti son un grito a resolver las injusticias que sufre la África, envuelto por unos ritmos y unas sonoridades que invitan en la fiesta y al hedonismo. Así quedó patente la noche del viernes, con todo el público bailando al ritmo de temas como Don your best, Sorry sorry o Bring me the man now, cantos a la desolación del continente negro.

Con el torso desnudo desde los primeros compases del concierto, sosteniendo hipnóticos acuerdos de teclado, dialogando con la sección de vientos a través de su saxo tenor, saltando y bailando sobre el escenario y trayendo siempre la batuta de su banda (13 músicos en total), Estercole Kuti hizo honor a su fama de animal de escenario. Cuando, casi a la cabeza de dos horas, el nigeriano y su banda decidían poner punto y final a la velada con una versión del tema Water no get enemy, escrito por el padre Fela, permanecía la sensación de que todavía los quedaba mucha mecha para quemar. Nadie se habría quejado si se hubiera alargado todavía más un concierto que, en cualquier caso, queda ya por el recuerdo en la ciudad.

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