Fábricas abandonadas

El sector de Cereza Industrial, donde se tiene que construir la nueva escuela Marta Mata, tiene un problema. El estado de dejadez de dos antiguas y enormes fábricas, Panaderías Reunidas y Caribú, no tan sólo da una imagen lamentable, sino que supone un problema de seguridad. Los dos edificios están abandonados desde hace años, y son un nido de problemas. Sehan declarado incendios,han pernoctado personas sin techo y han sido objete de continuos saqueos para extraer los materiales que pudieran tener de valor. Panaderías Reunidas está completamente desguazada, pero a Caribú todavía hay un tránsito constante de traperos. A tocar de estas dos naves se tienen que iniciar este mes de mayo las obras de Marta Mata, que teóricamente tiene que empezar a acoger alumnas a finales de año. La presencia de estas dos fábricas abandonadas representan un problema de seguridad, sobre todo si tienen una escuela al lado. El problema es que estos dos edificios están en manos privadas. El Ayuntamiento ya requirió hace un año al propietario que hiciera actuaciones en el edificio para evitar estos problemas. De momento no ha hecho caso y han vuelto a repetir el requerimiento. La solución pasa por el derribo de los dos edificios, pero el propietario no sepondrá hasta que el planeamiento urbanístico de la zona –que prevé viviendas, equipamientos y zonas verdes, además de la escuela- no se apruebe definitivamente. Y para cumplir con este trámite, todavía faltan muchos meses. El consistorio necesita empescar-se-las para convencerlo que avance el derribo, y evitar que la futura escuela arranque con unos entornos tan poco idóneos.

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