-
-

Silvia Ruiz

"Físicamente no he notado mucha diferencia, al final Siria también es un país mediterráneo"

Mazen Khoury. Odontólogo afincat en Mataró, originario de Siria

Mazen Khoury es de una zona del centro de Siria, muy cerca del Líbano. Allá estudió la carrera de odontología y en 1993, con 24 años, decidió venir a Cataluña con el fin de especializarse en sus estudios. Su tiet fue quién lo ayudó a instalarse en Mataró. Hizo dos másteres en Barcelona, de Materiales Dentales y de Prótesis Dental, y siguió formándose durante 7 años en clínicas particulares de prestigio. "En Barcelona hay un nivel de odontología muy elevado, es un campo donde los materiales son caros y países como Siria no pueden llegar muy alto porque tienen muchas limitaciones", lamenta. Acabados los estudios, formó parte de la clínica Teknon y fue profesor en la Universitat de Barcelona. Finalmente, decidió apostar por la emprendedora y crear su propia clínica dental, Dr. Khoury, nacida hace 9 años a la Avenida Jaume Recoder de Mataró. "Siempre había pensado montar una consulta por mi cuenta, para tener la libertad, hacer mi diagnóstico y los tratamientos que me convencen", explica, y añade que "la experiencia en Mataró es muy positiva y me gusta trabajar aquí pero es cierto que es una ciudad donde cuesta montar algo". Actualmente está casado con una mujer holandesa que conoció en Pineda de Mar y tienen dos hijos.

Te costó adaptarte?

Tú vendes a un lugar que es mejor, más avanzado en todos los aspectos (socialmente, científicamente...) y haces un salto cabe adelante. La adaptación, entonces, es muy fácil. La parte más dura es la familia, que la dejas allá. Normalmente los chicos que venden para estudiar lo hacen con 18 años, yo vine a los 24 cuando ya tenía mis amistades, mi vida y personalidad formadas. Esta ruptura es muy dura porque dejas muchas cosas atrás. Pero nunca he tenido ningún problema más allá de esto, la gente al final te vuelve el que das.

Qué te sorprendió?

Vendía de una zona llamada Valle de los cristianos, formada por pueblos cristianos donde el 70% de la población vive fuera, en Europa o en los Estados Unidos. Por lo tanto, tenía mucho contacte y muchísima información de todo antes de venir. Es por eso que no me chocó prácticamente nada, ni de cultura, ni de tipo de comer, ni la manera de saludar, ni la forma de ser de la gente. Además, siempre había leído mucha literatura de aquí, desde Cervantes a Machado.

Qué diferencias notas respecto a la vida allá?

Físicamente no he notado mucha diferencia. Al final Siria es un país mediterráneo y la elaboración de la gastronomía cambia ligeramente pero acabamos comiendo el mismo. La gran diferencia es que Europa en general ha conseguido es el hecho de homogeneizar la sociedad. Tú vas a un pueblo del Pirineu o vas a Barcelona y voces que la gente tiene los mismos conceptos culturales, comen igual, visten igual, piensan igual, aceptan y rechazan las mismas cosas... Puede variar un poco el acento, pero nada más. Allá es muy diferente. Vas de un pueblo a otro que está a 10 km y parece que hayas cambiado de país, hay diferencias abismales.

Qué visión tenías desde fuera?

El que me habían dicho de los catalanes es cierto. Son gente con la cual cuesta hacer amistad y tienes que ganártela pero, una vez la tienes, es por siempre jamás. De hecho, todo el entorno donde me muevo son gente de aquí y mis amigos son catalanes. Encuentro que son gente trabajadora, seria y que puedes contar con ellos.

Qué echas de menos de Siria?

Hasta el inicio del conflicto iba muy a menudo pero desde el 2011 no he vuelto y no sé cuando podré hacerlo. He perdido la casa y la gran biblioteca de mi padre debido a un misil. Esto me ha afectado mucho. La calidad de vida humana a nivel familiar es muy elevada allá, y sobre todo a mi familia. Esto lo echo de menos, además de mis recuerdos, el pueblo, el río o la manera de hacer las cenas, que se pueden alargar 4 horas con música en directo. Cuando recuerdo estas pequeñas cosas todavía se me escapa una sonrisa.

Qué te gusta de Mataró? Y que mejorarías?

Para mí Mataró es uno de los lugares más lujosos para vivir en esta zona. Tiene carácter de ciudad y de pueblo y es muy difícil mantener estas dos cosas. Sobre todo me encanta todo el casco antiguo. Como parte negativa, creo que faltan más parkings y sobre todo mejorar el horario y apostar por la jornada intensiva. Tenemos gastronomía, un clima envidiable, playa, montaña... pero, si trabajas de la mañana por la noche, te están prohibiendo disfrutar de este lujo y de tu familia.

Te ves en Mataró en un futuro?

Sí. A pesar de que sigo siendo de Siria, ya me siento catalán y mataroní. Estoy muy bien aquí y, cuando te acostumbras a un sistema social más avanzado, ya cuesta volver al otro. Con los años, el país deja de ser un país de acogida para convertirse en otro país tuyo. Ya me identifico como un más de aquí y la sensación de inmigrante ya no la tengo. Cuando viajo y desde el avión veo las calles de Barcelona, respiro tranquilo y tengo la sensación de estar en casa.

Archivado en:

Comentarios