Mataró, antes y durante el coronavirus
Mataró, antes y durante el coronavirus

Galería fotográfica: el Mataró confinado

Capgros.com ofrece un recorrido por la capital del Maresme de antes del coronavirus y el panorama que presenta estos días de Estado de alarma

Capgros.com presenta una serie de artículos gráficos que muestran el Mataró confinado. A lo largo de tres entregas, muestramos diferentes localizaciones emblemáticas de la ciudad en dos estampas: una de previa al coronavirus, y a su lado la imagen que presenta actualmente, mientras dura el decreto de estado de alarma que nos obliga a quedarnos a casa. A pesar de que en los últimos días la situación está cambiando gracias a la desescalada del confinamiento, que permite salir de casa a pasear y hacer deporte en ciertas franjas horarias, durante muchas horas del día los puntos emblemáticos de la ciudad siguen desiertos.

Muestramos este contraste urbanísticv con la herramienta Yuxtapongo, una forma sencilla y a la vez espectacular de contraponer las dos fotografías y percibir inmediatamente cómo ha cambiado la ciudad en estos tiempos de confinamiento. Para comparar las imágenes, sólo hace falta que pulsáis el ratón en el centro de las mismas y mováis la barra hacia los laterales.

Estos artículos son posibles gracias a la colaboración de Fincas Pozos. Durante los próximos días, presentaremos al largo tres entregas una muestra de media docena de localizaciones emblemáticas de la ciudad. Esta es la primera selección de seis imágenes.

La plaza de Santa Anna es el centro neurálgico de Mataró, desde hace siglos punto de encuentro de los mataronins. Un espacio que normalmente hierve de actividad y que estos días, en cambio, presenta una imagen casi desoladora. Los vecinos y vecinas que pasean tranquilamente y despacio se han convertido en peatones casi furtivos, que el atravessen sin pararse, sin ninguna ganas de paseo.

Los Armados de Mataró ofrecen, cada Jueves Santo, su Homenaje en la Ciutat en la plaza de Santa Maria. Una estampa que se repite año tras año pero que este 2020 no se ha podido vivir: la Semana Santa y todos sus actos litúrgicos en la calle se han tenido que suspender, como tantos otros acontecimientos culturales y festivos debido al coronavirus. La plaza de Santa Maria es habitualmente un lugar tranquilo y silencioso, pero estos días, casi siempre desierta, lo es en exceso.

Si hay un lugar donde se percibe más claramente que al resto cómo ha cambiado la ciudad durante el confinamiento, es la calle Barcelona, la arteria comercial del casco antiguo de Mataró. Una calle para peatones donde se suceden los escaparates de tiendas de moda, productos del hogar, joyerías y otros sectores. Hoy la gran mayoría están cerradas, y las persianas bajadas han cambiado del todo la imagen de la calle. También se encuentra algo a faltar: los peatones que lo llenan a todas horas, especialmente los sábados cuando no cabe ni una aguja. Una imagen que el confinamiento ha hecho desaparecer temporalmente del mapa.

El Paseo del Callao, el punto del frente marítimo con más encanto de Mataró, destaca por sus terrazas de bares y restaurantes, que estos días de primavera estarían llenas a rebosar. Hoy, pero, estos establecimientos están cerrados, por prohibición gubernamental y sin clientes a quién atender. El frente marítimo ha sido vetado al acceso de los mataronins hasta esta misma semana, cuando de nuevo se puede ir a pasear a tocar de mar.

La Nacional-II a su paso por el Maresme es una carretera demasiado transitada. La única alternativa gratuita a la C-32, muchos maresmencs lo usan para enlazar entre municipios o para ir en Barcelona, a pesar de que sus condiciones la hacen fuerza peligrosa. Desde la declaración del Estado de alarma, pero, el tránsito se ha visto reducido de forma absolutamente ostensible, hasta el punto que es muy habitual verla cómo en esta imagen, casi vacía de vehículos.

Las zonas de juego están prohibidas de utilizar: se consideran un foco de contagio de coronavirus. En el caso de esta foto, la prohibición es doble: la estructura se encuentra en la playa del Varador, el acceso a la cual está vetada puesto que el gobierno central prohíbe que se pueda ir a las playas. Algo que los mataronins encuentran especialmente a faltar, ahora que viene el buen tiempo. La estampa de las playas mataronines desiertas es una de las más identificativas de estos tiempos de pandemia.

Aquí tenéis la segunda entrega de la galería El Mataró confinado

Y aquí, el tercer capítulo de las fotografías que muestran el cambio experimentado por la ciudad

 

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