Girona (el Gironès), durante diez días, está de fiesta. Las Ferias de Santo Narciso congregan, cada año, miles de gerundenses y catalanes con la intención de hacer negocio, por un lado, o vivir una fiesta de altos vuelos.
Los comerciantes encuentran su espacio en la Feria de Muestras, Industrial, Agrícola y Comercial que tiene lugar al Palacio de Ferias, heredera de las ferias que, históricamente, Girona había organizado. Como cruce de caminos que siempre ha estado para entrar y salir de la península ibérica, se tiene constancia que la ciudad de la Onyar, Güell, el Galligants y el Ter había acogido, históricamente, tres grandes ferias que duraban varios días y que solían coincidir con una fiesta señalada: en febrero, en agosto y en octubre.Desde hace 300 años, pero, las tres ferias se fueron concentrando en una de suela, la de octubre, por Santo Narciso. Los mercaderes queacudían de todo el país, tenían que hostatjar-se en la ciudad. Así fue cómo se empezaron a organizar actividades porque estuvieran entretenidos y no marcharan hacia villas vecinas, donde la hostatjament podía ser más económico. Ya a la actualidad, las paradas de los mercaderes estaban justo junto a la Rambla. Con los años, atracciones y firaires se desplazaron en la plaza de Santo Agustí y, más tarde, a la Gran Vía. El 1960 encontraron su emplazamiento ideal en la Devesa.
La fiesta, que empezó el 26 de octubre, comienza su recta final. El día de Todo Sants, el barrio viejo se llena de mil y un artesanos y coleccionistas que participan al encuentro de artesanos, brocanters y antiquaris (desde 1985). Además, en esta fiesta se celebra también el histórico concurso de pandillas sardanistes (desde 1940), así como el concurso de sardanas revesses.
El segundo y último sábado de ferias, después de tantos días de algazara y xerinola, tiene como único plato fuerte el concierto de bandas, protagonizado por la recientemente creada Girona Banda Band (nacida el 21 de junio de 2005), que cada año invita otra banda musical y protagonizan un concierto a las 12 del mediodía.
Domingo, el día de conclusión, el protagonismo se reparte, a partes iguales, entre los gigantes y el castillo de fuegos de clausura. La pandilla gegantera Fal·lera Gerundense actúa como anfitriona de una treintena de pandillas de todo el país y, todas juntas, participan a multitudinario pasacalle que llega a congregar más de 50 gigantes.
Por la noche, después de una doble audición de sardanas y una cantada de habaneras, los gerundenses se desplazan a Fontajau para contemplar el castillo de fuegos que pone punto y y final a las Ferias y Fiestas de Santo Narciso.
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