'Hace falta Estrujado' pone punto y final además de cien años de historia

La tienda se llama Almacenes Dormuà pero muchos mataronins la conocen como Hace falta Estrujado, Can Paraguas o Can Perramón . Y es que cien once años de historia son favorables para generar palabras populares y a buen seguro que, si pasaran más años, la lista se haría más larga. A pesar de todo, estas palabras pasarán a la historia a partir del cercano 31 de marzo puesto que los propietarios de Almacenes Dormuà han decidido poner punto y final a la larga trayectoria del establecimiento. “La decisión ha sido meditada y estudiada y, visto que nosotros no estamos capacidades para continuar y nadie quiere coger el relevo, hemos decidido que ha llegado la hora de cerrar”, explica su propietario, Joan Dormuà.

En los últimos días, Almacenes Dormuà ha sido llena a rebosar de gente que quería aprovechar la liquidación de género. El aspecto que ofrecía la tienda, pero, no ha sido cuestión de los últimos días sino que el negocio generado durante el 2005 ha roto récords de ventas. “La tienda iba y va bien pero de continuar lo hubiéramos pasado mal; la competencia de países como China es muy fuerte”, reconoce Dormuà.

De rebrec a paraguas
Los mataronins que se han acercado hasta la tienda probablemente no saben que Almacenes Dormuà no siempre ha ofrecido el mismo producto. El establecimiento es el típico ejemplo de un comercio que se inicia vendiendo un solo género y se consolida buscando un mercado más amplio. Pere Perramón, natal de Igualada, llegó hace cien once años en Mataró justo después de quedarse viudo y con cinco hijas para mantener. Su situación mejoró enseguida gracias al negocio de rebrecs que, desde el centro de la plaza Santa Anna, consiguió hacerse un lugar en el comercio mataroní y de la zona. Después de que la tienda pasara por las manos de su mujer, Magdalena Perramón, y de Joan Dormuà –abuelo del actual propietario-, Jaume Dormuà decidió transformar el negocio. Así, de vender rebrecs, ropa con pieza o ropa con confección, Almacenes Dormuà empezó a vender juguetes, mercería y otros productos variados.

Según Joan Dormuà, el mejor momento de retirarse es ahora porque “es una situación de apogeo y mejor plegar cuando las cosas van bien”. “No creo que lo echamos de menos porque ya lo hemos dado todo”, dice Dormuà, quien sus tareas como forestal lo tendrán ocupado durante todo el día.

Con todo, los propietarios recuerdan con satisfacción los más de cuatro mil paraguas que este año han vendido y que los han convertido en la segunda tienda de España en la venta de este artículo. Almacenes Dormuà, pero, no saldrá más al ranking, ni de paraguas ni de ninguno otro producto. La actual tienda dará , próximamente, a la perfumería andorrana Julià.