Cada vez sueño más los expertos en comercio interior que reclaman el desarrollo de un nuevo modelo de gestión para las áreas comerciales urbanas basado en la cooperación público-privada. En este sentido, ya hace años que, en Cataluña, se venden analizando modelos y experiencias internacionales y fruto de este proceso, se ha empezado a plantear bases para el desarrollo de propuestas encaminadas a un nuevo modelo de gestión adaptado a las características de nuestra legislación.
Recientemente, representantes del Asociación Española para la Gerencia de los Centros Urbanos (AGECU), han participado al "Encuentro Nacional Presento y Futuro de los centros comerciales urbanos", encuentro organizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España y el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Los datos aportados por AGECU ponen de relevo que al estado español hay cerca de 300 centros comerciales urbanos o sea, zonas o conglomerados de calles comerciales en trama urbana que, configurándose generalmente como una fórmula viable para que el comercio mejore su capacidad de competir, aún así no resuelven algunos aspectos clave pues, de hecho sueño muchas las experiencias que se encuentran en graves dificultades para seguir avanzando.
Entre los principales problemas detectados destacan: la ausencia de un marco legal que posibilite y garantice la cooperación y participación de todos los sectores y agentes económicos de la zona; un marco de financiación basada en el voluntarismo, insuficiente y demasiado dependiente de las aportaciones públicas; unas estructuras de gestión centradas en el día a día y con escasa o nula capacidad para plantear proyectos estratégicos y, un insuficiente nivel de representatividad, atendido al bajo nivel de asociacionismo empresarial de nuestro país. A los problemas planteados, si añade la mengua de las subvenciones públicas, como consecuencia de los actuales problemas de financiación de las administraciones locales y autonómicas.
Por todo ello, los mencionados expertos propugnan un nuevo modelo de gestión que tendrá que apoyarse en una sistemática tendente a la autofinanciación, debido de cómo ya se ha dicho, a la actual precariedad de las finanzas autonómicas y locales; un planteamiento de iniciativas basadas en una visión estratégica común que involucre el que es público y el privado. Así, las empresas tienen que jugar un papel más activo en la mejora de la en torno a sus negocios, como fuente de mejora competitiva. Por su parte, el sector público tiene que ser capaz de orientar estos proyectes verso el interés público y el bien común; el desarrollo de figuras de gestión con modelos de financiación privados no tiene que suponer una sustitución de los servicios públicos; las figuras organizativas sobre las que se soporte la gestión tendrán que ser flexibles para poder ser adaptadas a las características específicas de cada realidad social y económica.
AGECU defiende la imperiosa necesidad de implicar todos los agentes públicos y privados y generar un marco legal, la oportunidad de trabajar en red, de potenciar el comercio autóctono como elemento de diferenciación de las ciudades, así como la necesidad de hacer visible y de poner en valor la gestión profesional de las áreas comerciales urbanas que están contribuyendo de una forma más que notable a la mejora del atractivo de nuestros centros urbanos.
Después de una larga interrupción de este proceso emprendido ya hace unos años en Cataluña, ahora tomando el relevo a una idea gestada en casa nuestra, parece que al resto del estado español se le está dando un fuerte impulso. Por eso, se cree que es el momento para generar un amplio debate que conduzca de una vez por todas a la creación de un marco de trabajo que permita la implicación de todos los agentes y supere la voluntariedad de los actuales modelos.
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