Jaume Roig

Hay que combatir los falsos rumores sobre inmigración

He podido leer en el blog de en Miguel Guillan, joven y ya viejo compañero, un trabajo que trae por título "Falsos rumores sobre inmigración". Me parece un muy buen trabajo, puesto que con claridad y firmeza dice el que muchos ciudadanos y ciudadanas tendríamos que decir cuando escuchamos ciertos comentarios; donde sea y ante quién sea. Al leerlo, también me ha motivado a escribir cuatro apuntes sobre el hecho migratorio que en casa nuestra ha sido marcado por una visión pragmática y utilitaria de la inmigración, que la hace ver como un recurso disponible en función de las necesidades del mercado de trabajo.

Nadie puede negar que durante muchos años la inmigración ha permitido un fuerte crecimiento de la economía catalana y española. Desgraciadamente este crecimiento económico no se ha traducido en un incremento de la calidad de los servicios públicos básicos (sanidad, educación, servicios sociales, ...) puesto que no ha habido un incremento sustancial de los recursos destinados a la mejora de nuestro estado del bienestar equiparable al incremento de población que ha vivido nuestro país en los últimos años.

Y esto setiene que sumar la instrumentalización quehacen determinadas fuerzas políticas para conseguir réditos electorales. No se los cae la cara de vergüenza cuando potencian una imagen negativa de la presencia de personas inmigradas y cuando fomentan sentimientos irracionales, el miedo y el desconocimiento de la ciudadanía para conseguir un puñado de votos. Todos estos elementos representan un importante riesgo social, especialmente en momentos como el actual de crisis económica, de elevada tasa de paro y de recorte de recursos sociales. Una crisis, no olvidamos, las causas de la cual están vinculadas al modelo económico y a la especulación financiera, y no a la inmigración.

Una vez y otra, no noscansaremos de decirlo, el sindicato de CCOO con otras entidades sociales como la CONFAVC, SOS RACISMO, ... consideramos que hace falta un compromiso firme de toda la ciudadanía catalana en favor de la convivencia y la cohesión, pero también el rechazo de todos los discursos que culpan la inmigración de la crisis y de las carencias del estado del bienestar. Y como decía al comienzo, hay que combatir esta visión utilitarista que considera las personas inmigradas como recursos prescindibles, vinculados a las necesidades de nuestro mercado de trabajo.

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