Hace más de cien años que las hijas de la Caridad de Santo Vicenç de Paül se hacen cargo de las personas más necesitadas de la ciudad. Lo hacen de manera discreta, solidaria y totalmente desinteresada. Y a pesar de la evolución que han experimentado el servicios sociales en la actualidad, la tarea que desarrollan las monjas de esta compañía continúa siendo plenamente vigente y necesaria. Un dato lo corrobora: con la crisis, se ha duplicado el número de usuarios –actualmente una septuagésima- del comedor económico de la fundación Santo Joaquim, uno de los principales servicios que realizan actualmente las hijas de la caridad en Mataró. En reconocimiento a esta tarea, la compañía recibirá martes, día 27, la Medalla de la Ciutat.
Sor Pilar Pila, en nombre de la compañía, se ha mostrado este lunes, día 26, muy agradecida por este reconocimiento que recogerá mañana en un acto al Salón de Sesiones y que, hoy, ha querido extender a todas las hermanas que han trabajado en la ciudad los últimos cien años: "Muchos años atrás, en que los servicios sociales prácticamente no existían, todo caía en manso de comunidades religiosas con pocos medios", ha recordado, añadiendo que estas germanas fueron capaces " de salir adelante comedores y servicios con nada". Cien años después, la compañía sabe que puede contar con el apoyo municipal: "Ahora el Ayuntamiento responde muy bien cuando hay una necesidad", ha añadido la hermana Pilar, que ha explicado, por ejemplo, que las hijas de la Caridad se encargan de distribuir paquetes de comer a familias con necesidad que disponen de unos vales del Ayuntamiento.
Nueva residencia
La compañía de las Hijas de la Caridad fue fundada en 1633 por Vicenç de Paül y San Lluïsa de Marillac. En Mataró, la compañíaestá presente desde el 1908 y está integrada actualmente por seis hermanas de entre 67 y 90 años que, además de atender el comedor económico de la Fundación Santo Joaquim, también desarrollan su tarea social al Hospital de Santo Jaume y Santa Magdalena, a Càritas Interparroquial y al Hogar Santa Maria. Las germanas se han trasladado recientemente al mismo edificio del Camino real donde está situado el comedor económico, al número 338-340. La residencia se ubica en la primera y segunda planta de este edificio, que se ha podido rehabilitar gracias a un acuerdo entre Pumsa y la Fundación Santo Joaquim. El alcalde, Joan Antoni Baron, acompañado del regidor de Urbanismo Ramon Bassas y el presidente de la Fundación Santo Joaquim, Josep Banet, han visitado hoy mismo el resultado de estas obras que ha financiado en un 50% la empresa municipal de Urbanismo. A cambio, Pumsa ha obtenido la antigua vivienda de las Hijas de la Caridad, un inmueble que ahora sirve para realojar una familia afectada por un proceso urbanístico.
La superiora de la compañía, la hermana Maria Teresa, ha agradecido a todas las entidades e instituciones que han hecho posible la rehabilitación de una casa "que nos vendía encima y nohabía forma de arreglar". "Pero mi idea era poderla reformar, porque aunque el día de mañana nosotros noestemos, la casa quedará por la ciudad", ha añadido sor Maria Teresa que ha asegurado que "el deseo se ha cumplido". Entre las obras que se han llevado a cabo, destaca la instalación de un ascensor, la renovación de los servicios, la instal•lació de calefacción, los nuevos pavimentos y carpintería interior, la creación de una cocina nueva y la remodelación de la capilla. A la primera planta se han ubicado los espacios comunes como la sala de estar, la cocina, la capilla, el almacén y un patio. Al segundo piso hay ocho habitaciones con baños individuales.

-
Comentarios