interiorismo, otro momentet

Loft 3 En una zona tranquilo•la de la plaza de Italia de Mataró se levanta la tercera de las propuestas que presenta Josep Serra. Se trata de un loft a dos niveles de más de cien cincuenta metros cuadrados, un espacio en que la arquitectura y la decoración se fusionan por un objetivo común: el avantguardisme. A la entrada, una impresionante pared en color rojo da la bienvenida a un amplio aposento, a la que accedemos bajando tres elegantes escalones en gres porcel•lànic y acabados de aluminio. La anchísima ventana de la sala dejaa una cálida luz natural que potencia y a la vez embellece el contraste de colores. En este mismo nivel se levanta la cocina, donde la imaginación y la originalidad hablan con voz propia. La mirada se escapa inevitablemente hacia la pared posterior, donde una pintura de estilo rupestre en blanco y negro, da fuerza y personalidad al entorno. Todo y su sentido estético, esta pared es plenamente funcional porque se ha cubierto con una capa de látex que facilita la limpieza. La cocina está equipada con campana extractora de cuatro velocidades, vitrocerámica y armarios con departamentos extraíbles que hacen las tareas de la cocina más cómodas. Uno de los protagonistas es sin duda, el imponente mármol negro de unos seis centímetros de grueso, donde queda integrada la pica. A los lados de la cocina queda el estudio y un pequeño baño complementario que se separa de la sala gracias a una puerta en vidrio hielo, que facilita sutilmente la intimidad. La encargada de enlazar las dos plantas es la escalera de piedra Santo Vicenç con los lados de vidrio que daal segundo nivel. Desde arriba queda visible todo el piso inferior, y desde aquí todavía es más evidente la decidida apuesta por el contraste. En el centro de la segunda planta encontramos el baño que se entiende como una unidad gracias a la utilización del mismo gres porcel•lànic tanto al tierra como las paredes. Sólo entrar, las luces a el•lògens se encienden al instante gracias a unos sensores fotoeléctricos. A ambos lados del cuarto de baño restan los dos dormitorios, equipados con moqueta de color gris. Cómo dice el mismo Josep Serra “se ha intentado transformar un espacio que comercialmente no era útil en una vivienda, un espacio moderno en un lugar céntrico y con vistas espectaculares”.