Los árboles son un gran indicador medioambientales. En el entorno urbano, más allá de su función estética, ayudan al equilibrio climático, hacen de toldo natural –si son caducifolios, en invierno dejan pasar el solo y en verano aportan sombra- y amortecen el ruido creciente de las ciudades. El candidato del PSC, Joan Antoni Baron, se los mira con unos ojos diferentes a la mayoría de los ciudadanos. Licenciado en biología y especializado en botánica, Baron detalla las características de todas las especies de árboles en un tour por las calles del centro histórico de la ciudad que gobierna desde hace siete años. "Aquí a la Riera siempre ha habido tilos, pero los tuvimos que replantar porque estaban enfermos", relata saliendo del Ayuntamiento, inicio y final del recorrido. "Nadie quiere salir de excursión conmigo, porque me paro a cada rincón", bromea, aunque la botánica "ya no es más que una afición, porque se hace imposible combinar la alcaldía con nada más".
La disposición de arbolado en los espacios públicos también ayuda, a su manera, a tejer ciudad, a entender los entornos urbanos en clave de convivencia. Esta es una de las grandes obsesiones del Baron político. "Si no se establecen relaciones entre las personas, no hay ciudad, sólo una serie de gente anónima que ni se saluda por la calle porque no se conoce". El programa electoral del PSC incluye la propuesta de los "pequeños paisajes", una serie de acciones para embellecer diferentes rincones de la ciudad. "Espacios compartidos que tienen que servir para recuperar el carácter de ciudadanía, que quiere decir relacionarse, poner proyectos en común y compartir ilusiones". Por ejemplo, la Rambla, uno de los escaparates de Mataró, donde la gente pasea bajo los plátanos. " tenemos plantada una especie híbrida, que aporta mucha sombra". Girando la esquina, por la calle Lepanto, el paisaje cambia completamente:aparecen los árboles de judes, con una flor rosada que surge directamente del tronco. "Apostamos por la variedad, por los cambios de colores y formas, porque siempre es divertido ir descubriendo especies diferentes". Que el vestido verde que cubre las calles tenga diferentes tonalidades y se ajuste a la realidad de una ciudad nada monocromática, con un alud de retos de diversa índole. "Las demandas de los ciudadanos son cada vez más variadas y complejas, y la coyuntura actual te obliga a repensar las cosas", resume Baron.
Con una crisis económica que ha dejado las arcas municipales en precario, que impiden hacer prometidas realistas de grandes proyectos de ciudad, parece difícil ilusionar los votantes. "Lo podemos hacer siendo honestos, explicándolos que la situación actual es complicada pero sin tremendismos". Desde la oposición, según él, se pinta un retrato exageradamente negativo de la situación para "tener la excusa perfecta en caso de llegar al gobierno" y empezar a aplicar los recortes "como están haciendo a la Generalitat". "Vivimos tiempos difíciles, pero ostras, nossaldremos, tengamos una visión positiva de las cosas", reclama. El candidato socialista asegura que el próximo mandato será muy austero, pero "sin renunciar a las grandes apuestas de ciudad", como por ejemplo el tren orbital, la ampliación del puerto o el proyecto del Triángulo Molins "No podemos dejarnos ganar por la coyuntura, por las malas noticias del día a día, porque la visión de ciudad no se tiene que limitarse a gestionar las finanzas del Ayuntamiento".
El alcalde se para ante la Casa de la Palmera. Desde la calle Gravina se observa el ejemplar de unos 15 metros que da nombre al edificio, y que ha sobrevivido a la plaga del morrut. "Casi nohemos perdido ninguno", explica Baron. La lucha contra esta plaga ha sido tan sólo una de las muchas preocupaciones del alcalde durante la última legislatura. "A nivel personal se hace mucho llevar, las jornadas nunca son menores de 12 horas, pero repites porque te lo crees, porque vale la pena trabajar por tus ciudadanos". Considera que sus compañeros de lista son "unos valientes", porque hoy en día dar el salto a la política "implica dejar tu carrera profesional, estar en boca de todo el mundo y cobrar sueldos reducidos por horarios imposibles". Todo ello, para dedicarse a una actividad a menudo mal ver por los ciudadanos. "La campaña de desprestigi de la política es interesada –rebate Baron- porque hace estorbo, sobre todo a los poderosos, puesto que es la única herramienta que tiene la ciudadanía de hacerlos frente".
El 'tour' del alcaldable por los árboles del municipio sigue por la calle Hospital, presidido por una especie muy exótica, la araguaney. "Es el árbol nacional de Venezuela", explica. Pasando por Can Xammar, llega a la Pescadería, dondesobresale un "tronco" muy diferente, la icónica farola de 30 metros de altura. "Siemprehe sido muy favorable, necesitamos elementos de referencia". El recorrido finaliza en una terraza ante el Ayuntamiento, que no sabe si seguirá liderando después del 22 de mayo. "Son unas elecciones abiertas, no puedo decirel contrario". Admite que se puede producir "un crecimiento del conjunto de la derecha", que asegura que se ha "apropiado del discurso de la izquierda" haciéndose suyos los adelantos de la socialdemocràcia en derechos básicos como la educación, la salud o las pensiones. El eje izquierda-derecha se mantiene del todo vigente en su discurso, y lo condiciona de cara a futuros pactos. "Yo soy de izquierdas y, por lo tanto, no seré alcalde con los votos del PP. Uno es hijo de quién es y no podría dormir tranquilo". Lo dice a la sombra de las dos monumentales encinas de más de 40 años que presiden la plaza y que, según él, "se convertirán en los árboles emblemáticos de la ciudad".

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