"Los sotasignants, en representación de entidades ciudadanas proponen al Excmo. Ayuntamiento Lleno la concesión de la Medalla de Oro de la Ciutat al historiador mataroní señor Joaquim Llovet y Verdura". Así empezaba el escrito presentado al registro municipal el 12 de noviembre de 2004.
Pero la iniciativa no prosperó. La Junta de Portavoces, integrada por todos los grupos políticos presentes al Ayuntamiento del momento, lo vio bien y la propuesta iba adelante. El alcalde Joan Antoni Barón informó de la iniciativa al mismo Llovet. Con sorpresa escuchó que no lo aceptaba, que agradecía mucho la iniciativa, pero que no lo podía aceptar porque él no lo merecía.
Entre los méritos expresados en aquella propuesta, además de su bibliografía completa, se decía de Joaquim Llovet: "Cuando ya era cerca de la octogésima Llovet nos sorprendió con su monumental "Mataró, de los orígenes de la villa a la ciudad contemporánea" (2000), que estudia desde el pasado remoto hasta nuestros días. (...) Estos trabajos de un rigor científico ejemplar, no han sido hechos por ningún profesor de historia sino por un administrativo de fábrica de género de punto, que ha sido movido tan sólo por un afán de conocer el pasado que lo ha tenido ocupado toda la vida, desde la primera juventud hasta la vejez, sin ninguno otro estímulo que el que produce el mismo estudio y la satisfacción de saber que se está haciendo un servicio a la colectividad".
La propuesta era firmada por Òmnium Cultural, Caja Laietana, Museo Archivo de Santa Maria, Grupo de Historia del Casal, UEC, Agr. Científico-Excursionista, Centro Atlético Laietània, Aulas Sénior y Club de Opinión Jaume Llavina y contó con la ayuda en el redactado de Pere Tió. Otras iniciativas han tenido lugar en la ciudad en favor de conceder una distinción al historiador ahora traspasado, como la Cruz de Sant Jordi o la Medalla Macià, dos galardones que otorga la Generalitat.
Más allá de los seis Premios Iluro que ganó, tenía entrada a la Grande Enciclopèdia Catalana, era miembro honorario del Departamento de Historia Moderna de la UB, miembro correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Barcelona (desde 1967) y de la Real Academia de la Historia (desde 1990). Sí que aceptó la Distinción Òmnium que se le entregó el 2000, quizás porque era más de casa.
La modestia de Joaquim Llovet fue una de sus principales virtudes. Quizás ahora sería el momento de concederle alguna de las distinciones que no aceptó en vida. Descanse en paz un grande mataroní.
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