Tres imágenes del concierto
Tres imágenes del concierto

V. B.

Jordi Bonell cierra el ciclo Jazz a la Fresca llenando el Casal

El cuarteto del guitarrista muestra un gran poder de convocatoria y regala a los asistentes un concierto sobrio y elegante

El día ventós y desagradable no invitaba a nada, con una lluvia fina que caía desde la mañana y que había dejado las calles del centro desiertos desde las 8 del anochecer. Pero la apuesta por el jazz en directo que ha hecho la asociación mataronina Big Sam Hal·ler Cuarteto no encuentra freno ni en las condiciones meteorológicas más adversas, puesto que el Casal Nueva Alianza no podía presentar una imagen mejor ayer jueves, día 25, en el concierto de clausura del ciclo Jazz a la Fresca. Más de un centenar de personas, dispuestos en mesas y con una copa de cava a la mano como sí de un club se tratara, llenaron la sala de la calle Bonaire para asistir al concierto del cuarteto liderado por el experimentado guitarrista Jordi Bonell. Un ambiente de excepción que confirmaba que la iniciativa de Big Sam Hal·ler, que se estrenó con un ciclo similar la primavera pasada, está dando muchos buenos frutos y apunta a una continuidad asegurada.

El primero al agradecerlo fue el mismo Jordi Bonell, que después de interpretar dos temas tomó el micro para destacar "como se ha enrollado" la Big Sam Hal·ler, una entidad privada, organizando este ciclo "sólo por amor a la música" y consiguiendo "un ambiente muy guapo" en el cual aseguró sentirse "muy a gusto". Bonell, con una trayectoria espectacular a las espaldas que lo ha traído a colaborar con nombres como Joan Manuel Serrat, se presentó al escenario con un trío inédito, expresamente creado para el concierto de Mataró y formato por Roger Blàvia a la percusión, Josep Coll al bajo y Antonio Martínez a la guitarra acústica. El talento de los cuatro músicos, pero, se hizo patente al mostrarse tan conjuntats cómo si trajeran años tocando juntos. El cuarteto de Bonell destiló un jazz melódico y accesible, muy suave y sobre, a pesar de que con repuntes más intensos y rítmicos a medida que avanzaba el concierto, que se alargó hasta una hora y media. Los músicos se mostraron especialmente versátiles, puesto que a veces escogían un jazz de aire clásico y en otros momentos optaban por toques de rumba, flamenco o pop. Un talento que fue largamente aplaudido por los asistentes que no dejaron una silla sin llenar al Casal.

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