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"Jugué un partido de tenis amistoso con un mito como Björn Borg"

Francesc Romero. Profesor en Estocolmo (Suecia) que marchó buscando mejor conciliación familiar.

Estocolmo fue el destino de Francesc Romero, un mataroní de 46 años que marchó buscando una mejor conciliación de su vida familiar y laboral. Su mujer es sueca, hecho que también influyó en la decisión de escoger Suecia como país de acogida. La pareja ya había vivido en Mataró unos años y tenían un hijo, en Leo, pero ambos necesitaban encontrar un trabajo que los permitiera disfrutar el máximo posible del pequeño. Y así lo hicieron en verano del año 2010, cuando emprendieron una nueva vida lejos de Mataró. Desde entonces, en Francesc trabaja en una escuela de secundaria en Estocolmo como profesor de inglés y español. "Disfruto de una gran calidad de vida, puesto que puedo hacer mi trabajo de profesor pero a la vegada tengo suficiente tiempo libre para cuidar y disfrutar de mi hijo pequeño durante estos años que pasan muy rápido", afirma. También le queda tiempo para el deporte y la lectura".

Por qué marchaste?
Mi mujer es sueca, ya habíamos vivido siete años en Mataró yhacía tres que habíamos tenido nuestro hijo. Ella había intentado encontrar trabajo de media jornada para poder conciliar la vida familiar y laboral Sabíamos que en Estocolmo, todo y trabajando la jornada entera, era posible esta conciliación. Yo también quería disfrutar de mi hijo. Por motivos de trabajo no podía hacerlo como lo deseaba. Era propietario de una escuela de idiomas.

Te has adaptado bien?
La adaptación fue muy positiva puesto que en 2000 ya había vivido medio año en Estocolmo y había pasado muchos veranos y navidades antes aquí. Por lo tanto, conocía bastante bien la cultura, las costumbres y los contrastes a nivel de climatología entre el verano y el invierno. En cuanto a nivel laboral, muy bien. Aquí en Suecia los comercios acostumbran a cerrar a las 18h y la gente de oficina pliega hacia las cinco de la tarde.

Qué es el que más te ha sorprendido?
Me gusta vivir en una capital y a la vez tener la sensación de disponer de la natura al mío cercando en todo momento. El verde, el agua y los espacios anchos que te dan una tranquilidad de espíritu y sensación que el tiempo se retarda.

Cuáles son las diferencias o contrastes que más has notado?
Hay muchos. La cultura sueca más tolerante y abierta tanto en cuanto al papel de la mujer en la sociedad civil y religiosa como en el tema de la orientación sexual y del respecto a la individualidad de la persona y su dignidad. Nuestra cultura latina es más gregària y el énfasis radica más en la familia y los amigos, y no tanto en el individuo. En un primer momento (como el caso de un recién llegado) quizás es más fácil sentir la proximidad y calidez de la gente. En Suecia las necesidades básicas que se le pueden conceder a un recién llegado en en cuanto a ayudas y derechos básicos están mucho por sobre.

Alguna anécdota?
Como amante del tenis que soy, disfruté de la posibilidad de disputar un partido amistoso con uno de los mitos suecos y mundiales del tenis, como es en Björn Borg, puesto que fui profesor de español de su hijo pequeño.

Qué echas de menos?
El que se hace más llevar, aparte de tener la familia lejos, son las horas de oscuridad entre noviembre y marzo. Son cuatro meses donde se vive mucho puertas en dentro, puesto que la temperatura no es siempre la más agradable y la carencia de luz provoca un cierto cansancio o una ralentización de los ritmos vitales a la espera de la primavera, donde nuevamente el cuerpo empieza a activarse. Echo de menos estas horas más de luz en invierno que tenía en Mataró y también la gastronomía, la variedad de productos y a unos precios más asequibles.

Piensas volver a Mataró o tienes previsto quedarte allá?
Me encuentro muy bien y soy feliz en Estocolmo, a pesar de encontrar mucho a faltar a mi familia. Por eso, de momento mis prioridadesestán aquí arriba. Pero las circunstancias pueden cambiar y entonces no sé si volvería a Mataró o quizás buscaría otro lugar.

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