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V. B.

L’último año que florece la Mimosa

El establecimiento cerrará puertas en verano por jubilación de la propietaria después de 32 años como referencia en moda de baño y danza y disfraces

La mimosa es la planta que florece primero cada el año, lo hace  precisamente el mes de enero. "Pensamos bastante tiempo en el nombre" recuerda Assumpta Majó. En verano de 1983, que pasaron en Òrrius, se reunían con los vecinos cada noche, y entre todos iban tirando propuestas. "Fantasía" estuvo a punto de ser el escogido, pero la inauguración del parque acuático con el mismo nombre se lo puso en marcha a rodar. También plantearon "aeróbic", concepto que entonces se estaba poniendo mucho moda, pero no querían encasillar la tienda exclusivamente al ámbito deportivo. Mimosa fue finalmente el que eligieron, más neutro, y que permitía coger las agradables tonalidades amarillas y verdes de la planta como señal de identidad del establecimiento. "Quizás le esqueia más a una floristería", bromea Majó. Mimosa abrió puertas en la calle Sant Josep hace más de 32 años, el 8 de septiembre de 1983, y este verano las cerrará. Lo harán el mes de junio, después de unos cuántos meses con descuentos y liquidaciones. Su propietaria de 74 años, ha decidido jubilarse y bajar la persiana. Una de aquellas tiendas "de toda la vida" que dejará muchos clientes huérfanos. "Mucha gente que ya vendía de pequeña y ahora nos compraba ropa para sus hijos y nos dice 'ostras, y que haremos ahora?'", afirma Majó.

Durante estas más de tres décadas de vida, Mimosa ha sido un referente en el mundo de los disfraces, la ropa de danza y patinaje, y la ropa de baño.había muchos productos de estos tres ámbitos que en Mataró que tan sólo se podían encontrar en esta tienda grande y abundante, con el género desbordando sus paredes y escaparate. "Siempre me ha gustado que se viera todo el que teníamos, que la tienda tuviera un cariz alegre", explica su propietaria.

Mimosa es como "tres tiendas en una", tal y cómo dice Majó. Empezó vendiendo disfraces y ropa de danza, pero pronto se dieron cuenta que la clientela también buscaba banyadors, en un momento que más allá de algunas corseteries, en Mataró era bastante complicado encontrar ropa de baño adecuada. Evidentemente, con el paso de los años las cosas han cambiado mucho, debido a la llegada de grandes superficies y de establecimientos especializados, sumado al giro radical que ha dado el sector del textil, con el dominio de la importación procedente de China y el Extremo Oriente. "Hoy cuesta entender qué valen las cosas, de por qué una camiseta te cuesta 40 euros y la otra tevale tan sólo cinco, pero esta última te la han traído ya hecha de la China y aquí sólo lo estampan", explica Majó.

A pesar de que la adaptación a los tiempos actuales es complicada, a Mimosa no los ha faltado trabajo. "La crisis la hemos sufrido como todos, pero hemos podido aguantar", explican. El motivo del cierre, por lo tanto, no esla carencia de clientela. Con 74 años, Majó considera que es el momento de plegar velas. Tampoco tiene ganas de hacer determinadas cosas que serían básicas para mantener el establecimiento con vida en los próximos años. "Me faltaría toda la parte de hacer una buena web, de las redes sociales... pero a mí me gusta mucho más coser, hacer algunos disfraces por encargo, que no ponerme con cosas de informática".

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