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Xavier Amat

L’verano se vive por la noche y borde el mar

las guinguetes sobre la arena de las playas de Mataró se han convertido en las puntas de lanza de la oferta de ocio a la ciudad en los meses de más calor

Numeradas cómo si formaran parte del famoso juego de hundir barcos, casi cada 100 metros repone encima la arena de las playas de Mataró un módulo o guingueta de madera de color azul. Se intentan diferenciar de los vecinos con elementos diversos, pero todos muy identificados con el verano y, en general, con las playas caribenyes: amaques, palmeras, parasols de caña, mesitas bajas rodeadas de almohadas... Ofrecen un servicio extenso a los bañistas, puesto que abren de buena mañana y sirven bebidas, comidas y cenas – en algunos casos de gran calidad -, pero es cuando el sol se pierde a sus espaldas que empieza la verdadera "movida". "Tenemos una persona dedicada a preparar la programación de verano", explica Javier Veas, de La Escofina, donde, entre otros espectáculos, los martesllevan a cabo "improshow", y los viernes y sábados fiestas temáticas, como la del "mojito", la del "guiri", la ibicenca, o la de cabaret. Estos espacios centran su oferta los meses de julio y agosto, siendo el primero de estos dos meses, y hasta Las Santas, cuando la afluencia de público es más importante. "Al principio, el hecho de ofrecer espectáculos en directo es picar piedra, e incluso sepierden dinero, pero con el tiempo vas encontrando un regreso por parte de la gente, incluso a nivel sentimental", considera Joan Gómez, de Lasal del Varador, un restaurante del paseo Marítimo que en los últimos tres años también se ha sumado a la oferta de ocio de las guinguetes, aprovechando la pequeña explanada que tiene justo delante. Este año programará conciertos los sábados durante julio y el agosto, y también algún show circense, pero la gran novedad será la barra de cócteles que montarán.

Este "regreso" del que habla Gómez parece que en algunos casos ya es más que evidente. En una de las guinguetes cercanas, el Diablo Tun Tum, el año pasado llegaron a reunir más de 4.000 personas en los monólogos, y este año esperan repetir el éxito. "Es una de las actividades más consolidadas, ya hace siete años queprogramamos, y traemos gente conocida. Los estiércol los miércoles, mientras que los martes en el cine a la fresca también hay bastante concurrencia, y cada lunes hay improshow", informa David Pecharroman, propietario de esta guingueta. Otros afrontan el verano a la expectativa de si habrán acertado con los cambios. Es el caso del Tsunami, un nombre que después de estar décadas asociado a la playa de Santo Simó, este año se traslada a la del Varador. Su responsable, Francisco Mendieta, explica que "de momento no ha sido fácil, porque al trabajo del traslado hay que sumar que el tiempo no ha acompañado mucho en este inicio de temporada". El buen tiempo se presenta como clave para que los números acaben cuadrando, y que la brisa marina que sople por la noche se comporte. El nuevo Tsunami, además de ofrecer buena cocina, se llenará de música chill-out con dj's y de conciertos, pero también, a través de un acuerdo con un gimnasio, los miércoles a las 8 del anochecer todo el mundo que lo quierapodrá practicar pilates o tai-txí, actividades que se inician ya este cercano 30 de junio.

Cuando el mar no es planer
El espacio de la playa y el paseo Marítimo parece el lugar ideal para este tipo de actividades, a pesar de que también aquí la combinación del ocio de los que quieren disfrutar la noche y los vecinos cercanos que quieren descansar ha tenido algunos altibajos. "En años anteriores hemos recibido quejas de algunos ciudadanos por el alto nivel de la música en algunos de los módulos, y por este motivo este año se ha previsto la obligatoriedad de instalar un limitador acústico en aquellos que disponen de equipos de música profesional", señala Alícia Romero, regidora de Promoción de Ciutat del Ayuntamiento de Mataró. Las guinguetes ya se han hecho con el aparato, pero sus propietarios también tienen algunas solicitudes dirigidas en el Ayuntamiento; la más repetida, la de la carencia de plazas de estacionamiento: "No tiene sentido tener un paseo tan grande y con tanta oferta si la gente nopuede acceder, ni siquiera hay un buen aparcamiento para motos o bicicletas", opina David Pecharroman. Romero responde que "hay una oferta de 610 plazas libres y 902 de pago, y hay que considerar el transporte público. Aun así, y a petición de algunos operadores, se está haciendo un estudio respeto la viabilidad de implantar aparcamiento de rotación al paseo Marítimo".

A pesar de algunas diferencias, pues, la oferta para elegir y remover entre las guinguetes de Mataró es amplia, ya esté en las playas más urbanizadas o a las que tienen un aspecto un pelo más selvàtic, como la de Santo Simó. Dondehabía el Tsunami ahora hay el Bikini Beach Club, que por lo tanto "debuta", pero desde este primer verano también quiere ofrecer espectáculos por las noches. "Serán un poco diferentes de los que se hacen a los otros lugares, basados en la sorpresa, con los actores saliente de entre el público, o espectáculos de magia en que los magos irán por las mesas a hacer juegos de proximidad", dice Jordi Colmenero, su propietario, mientras las oleadas estallan apenas a diez metros de donde está situada la guingueta. Y no le hace respete iniciar un negocio como este en un año de crisis económica? "Quizás incluso nos puede beneficiar, puesto que menos gente marchará de viaje, pero los que se queden igualmente querrán disfrutar el verano, y hacerlo aquí, a tocar del mar, cenando, pienso que es una muy buena manera", considera Colmenero.

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