Santi López

La crisis empresarial

Hace tiempo que se sabe que la productividad de las empresas es el principal problema de la economía española y catalana, puesto que es el que las permite ser competitivas o no.
Para afrontar este problema se acepta la necesidad de reformar el marco de las relaciones laborales.

La orientación de estas reformas se discute porque afectan a los derechos de los trabajadores y trabajadoras, conquistados a lo largo de años de lucha, que han garantizado hasta ahora el bienestar europeo. También se discute porque afectan a la cultura del trabajo, a la cultura de la formación de los trabajadores, a la cultura de las relaciones personales y familiares,… incluso a la cultura del ocio. Pero el marco de las relaciones laborales es sólo una parte del problema de la productividad.

Hay otro parto del problema de la productividad de las empresas -y por lo tanto de la competitividad- de la que se habla poco y, en todo caso, en voz queda: la profesionalidad de la empresariat español y catalán.

La presencia, hasta ahora, del empresario Sr. Diaz Ferrán al frente de la patronal española no es, desgraciadamente, anecdótica. Cómo no es anecdótico que la única receta – avalada por el intelectual Sr, Aznar- que se lo acuda a este señor respecto al problema sea la de trabajar más horas y cobrar menos sueldo.

Trabajar más horas no tiene ninguna incidencia en la productividad de las empresas si se hace a las órdenes de empresarios poco profesionales que no son expulsados de las organizaciones empresariales –gremios- cuando no pagan sus proveedores puntualmente, cuando no vigilan la calidad de sus productos tan como la cuenta de resultados, cuando se cobran su asignación personal por anticipado de los beneficios antes de que el pago de las nóminas, cuando se comprueba que no saben nada de organizar el capital humano de sus empresas, ni de cultivar la experiencia, la responsabilidad o el fomento de la formación de sus empleados.

Empresarios de la cultura del "pelotazo" y la ostentación -y así se habla de la empresariat español a países como Alemania, Suiza o Francia- que serían expulsados de los diferentes gremios y organizaciones patronales si fuera mayoritariamente diferente la cultura empresarial que impera en nuestro país.

Es por eso que zoco del parecer que sin reformar la cultura empresarial, clave para garantizar la productividad de las empresas, nohabrá ninguna reforma laboral que sirva para mejorarla.

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