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El CRAE del Plan de en Boet
Una situación diferente, según el parecer de Anna Solés, es la que se vive en el barrio del Plan de en Boet con el traslado del Cortijo Sant Jordi a los locales de la parroquia de Virgen María de Montserrat. Una operación que ha generado una fuerte oposición por parte de un grupo de vecinos, que el 20 de marzo pasado se manifestaron ante la parroquia. Solés ha asegurado que hablarán con quien haga falta para establecer puentes de diálogo, pero ha recordado que el proyecto ya estaba previsto y que servirá para mejorar la situación de los niños que residen. Tenemos que seguir el camino actual y hacerlo lo mejor posible, ha añadido.
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La DGAIA se compromete a mantener bajas las ratios docupación de La Ribera
La directora del organismo descarta el cierre o traslado del centro, pero admite que las 36 plazas de que dispone es un número demasiado elevado
La DGAIA descarta de momento cerrar o trasladar el Centro de acogida de menores de La Ribera, tal y cómo piden Ayuntamiento y vecinos de La Habana, pero se compromete a mantener bajos los ratis de ocupación. Así lo ha afirmado la directora del organismo de la Generalitat, Anna Solés, en declaraciones a capgros.com. "Tenemos claro que no podemos poner más jóvenes en el centro, porque esto puede generar conflictos", ha resuelto Soler. A pesar de que no ha concretado las cifras, la voluntad de la DGAIA es que la Ribera se mantenga en el entorno de los 18 niños y jóvenes que acoge actualmente, y no llegue a llenar las 36 plazas de que dispone. "El centro se abrió con tantas plazas para responder a una necesidad de país, pero vemos que esto genera problemas y no queremos que jóvenes ni vecinos se sientan mal", ha afirmado Solés.
Según ella, el descenso en la ocupación de La Ribera que se ha ido produciendo en los últimos meses, y que pretenden mantener, "ha mejorado la situación", a pesar de que los vecinos siguen denunciando incidentes y reclamando que el equipamiento se traslade a un lugar alejado del entramado urbano. Desde la DGAIA aseguran que no se ha valorado todavía esta opción. "La solución no es poner el centro arriba de una montaña, sino trabajar para mejorar las condiciones y la relación con los vecinos", resume Solés, que recuerda que la situación presupuestaria de la Generalitat tampoco invita a grandes movimientos. De momento los esfuerzos se centrarán al evitar que la ocupación del centro crezca, pero la directora de la DGAIA asegura que hay que buscar "alternativas". En este sentido, se abrirá un proceso de análisis y valoración más global de la situación que atraviesa La Ribera. "Cuando tengamos más definido este estudio, y teniendo en cuenta las perspectivas sociales, personales y de necesidad de país, comunicaremos nuestra decisión", ha apuntado. En este sentido, no quiere "descartar ni confirmar" ninguna acción futura, que se realizará "teniendo en cuenta todas las necesidades existentes".
Niños 'señalados'
Solés se ha mostrado comprensiva con las quejas y demandas de los vecinos, que se expresaron de nuevo en un encuentro con el Ayuntamiento y la DGAIA el pasado 16 de marzo. "La convivencia de un buen grueso de adolescentes tiene su peso, es así", ha dicho la directora de la DGAIA, que entiende que los ciudadanos del en torno al centro "tengan miedos y sufran situaciones que no los gustan". Tampoco ha querido valorar la actuación del Ayuntamiento, que reclama el cierre del centro, pero sí que ha recalcado que los menores de edad usuarios de La Ribera "se han sentido señalados". "Se acaban sintiendo como una fuente de conflicto y ellos esto no lo quieren, los hace sentir mal", ha constatado. Solés ha recalcado la importancia que estos niños y jóvenes puedan hacer una vida tan normal como sea posible, ir a la escuela y hacer actividades como cualquier persona de su edad. "Se tienen que sentir integrados en Mataró", ha resuelto.
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