La cantaora barcelonesa Montse Cortés no defraudó lo más mínimo y demostró este sábado día 11 porque se llama que es una de las cantantes flamencas con más proyección del momento. Cortés, a punto de publicar nuevo disco, presentó las canciones de su último trabajo, La Rosa Blanca (2005), ante unas doscientas personas que llenaban el Casal Nueva Alianza.
Los primeros compases del concierto fueron tranquilos, como corresponde al ciclo propuesto desde la Casa de la Música, con la cantante desgranando las primeras piezas sólo en compañía de una guitarra. Enseguida, pero, quedó claro que la sesión sería intensa gracias a los vivas y los "olé" que algunos miembros del público iban dedicando a la cantante. Efectivamente, a medida que fue avanzando el concierto, la temperatura de la sala fue subiendo hasta que la sesión se convirtió en una auténtica fiesta flamenca. coronada con unos zapateaos de dos familiares de Cortés, Antoñito y Olguita, que demostraron buenas maneras a pesar de la timidez arriba el escenario. Cortés iba acompañada de dos guitarras, dos cantaores y un cajón flamenco, los cuales tuvieron tiempos de brillar con luz propia dentro de un excelente concierto.
Con el concierto de Cortés el flamenco volvió a ser el protagonista del ciclo de Músicas Tranquilas después del concierto inaugural protagonizado por Carles Benavent, Jorge Pardo y Tino diGeraldo.

Cortés con uno de los guitarristas al inicio del concierto.
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