Con nosotros llegó el escándalo. Nos plantamos en Vic a 2/4 de 11 de la mañana. Era la hora del patio, a la escuela infantil y primaria Andersen-Balmes. La entrada del autocar de campaña alborotó el gallinero. Niños y niñas con batas de color, otros sin –los más grandes–, asaltaron los periodistas. Acostumbrados a ser nosotros los assaltadors, resultó chocante.
De todos modos, hay quién fue por trabajo: quería comprobar los conocimientos políticos de la quitxalla. Y se quedó bastante parado. No sólo conocen los candidatos, sino quetienen opiniones formadas. Aunque no puedan votar, saben que pueden "influir" sobre los padres.
En general, prefieren en Carod. Dicen que en Mas es "un buen chico", y no los gusta Anglada. Las niñas coinciden que en Maragall no es guapo. Y otro apuntaba que el cambio es que marche Aznar. No se puede decir que no sean avispados. "Acuérdate de mí, yo soy lo más inteligente de todos!", puso en marcha un nano al compañero de un diario. Mientras tanto, otro periodista improvisaba un sondeo entre nuevo alumnos. Si fuera por ellos, mayoría absoluta de ERC. En Carod, siete votos; indecisos, dos.
A en Maragall, que se presentó poco después en coche, también lo recibieron como una estrella. Pero entonces tocaron las 11. De golpe, los alumnos se esfumaron como un ejército de Cenicienta. El candidato se infiltró con ellos en las aulas. Sólo lo podían acompañar los cámaras. El patio se quedó desierto, desolado. Y ante el vacío insoportable, un espíritu infantil se apoderó de nosotros. Ocupamos el lugar de los alumnos, como si nada hubiera pasado. Algunos jugando a la xarranca. Otros al ping-pong. Es la contrafoto que no saldrá a los medios.
Ayer también se celebró la comida de hermandad entre en Maragall y la prensa. Nos instalamos en un restaurante de l'Ametlla del Vallès, alrededor de una mesa propia de una cumbre de jefas de Estado. Por aclamación popular, el candidato cantó una vez más el "lo-lo-lo-lo-ló" que lo ha consagrado como acompañante de en Gurruchaga. Después hizo algunas confesiones, a preguntas de los periodistas. Pero esto fue 'off the recuerdo'. O sea que callaré como una tumba.
Comentarios