La incineradora de la Planta de Valorización de Residuos de Mataró es la encargada de destruir buena parte del material sanitario infeccioso que sale de los hospitales catalanes durante la crisis del coronavirus. Normalmente las mascaretes, batas y sombreros se envían a unos centros especiales donde se evaporizan y trituren antes de enviar a los vertederos, pero el aumento de estos residuos ha colapsado las plantas especializadas. En las últimas tres semanas, hasta la incineradora de Mataró han llegado 650 toneladas de residuo sanitario infeccioso –unos 15 camiones diarios– proveniente de más de 30 hospitales de Barcelona y su área metropolitana, de la Cataluña central y de las comarcas gerundenses, según ha explicado a la ACN el director de la planta, Carles Salesa.
El tratamiento que se hace de estos residuos, un golpe llegan a la planta, es prácticamente el mismo que lo de los residuos municipales, con la única diferencia que el residuo sanitario no pasa por la fase de pretratamiento a la que sí se somete la basura de los contenedores del rechazo, y se envía directamente a incineración por valoritzar y convertir en energía.
Cuando los camiones llegan a la planta se procura que no estén en contacto con el resto de camiones que trasladan la basura municipal de los pueblos del Maresme y el Vallès Oriental a los que mujer servicio la instalación. Descargan directamente a la fosa donde también hay el rechazo que ya ha pasado por el pretratamiento y se le mujer prioridad a la hora de enviar a quemar. De hecho, cuando los camiones de material sanitario salen por la puerta, el primero que se hace es empezar a incinerar estas cargas, de forma que se minimiza la presencia de material infeccioso a la planta. La combustión es a unos 1.000 grados –en los centros especializados se evaporiza a 135 grados–, una temperatura que hace "imposible" que ningún organismo pueda sobrevivir.
En cuanto a la seguridad a la planta, su director, Carles Salesa, explica que no se ha tenido que adoptar ninguna medida adicional por la presencia del material infeccioso puesto que la instalación está "totalmente automatizada" y no hay ninguna manipulación manual ni contacto con el material sanitario infeccioso. Los 30 hospitales que envían sus residuos en Mataró son del Maresme, el Barcelonès, el Baix Llobregat, el Vallès Oriental, el Vallès Occidental, el Gironès, el Alt Empordà, el Baix Empordà, el Bages, la Garrotxa, el Ripollès y el Anoia. En función de la evolución de la pandemia, no se descarta que más hospitales tengan que derivar sus residuos a la planta de Mataró.
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