La Maresma

Realmente tienes conciència de comarca cuando subes arriba de Burriac o a la Cruz de Montcabrer. El Maresme (La Maresme, como dicen las poetas Teresa de Arenys y Maria Antònia Grau), es inevitablemente una larga franja fragmentada y con realidades muy diferentes, muy cerca de la gran metrópolis que es Barcelona por un lado, por la otra, al norte, de Girona.

Desde arriba de Burriac se ven las torres, el moratón de las piscinas y la gran mancha de atzur del mar. También el verde de los bosques y el gris del asfalto, los coches que pasan por la carretera y la autopista… es un paisaje en off, con el único rumor de algún pájaro y el viento deslizante en los árboles cuando sopla.

El castillo ha sobrevivido al paso del tiempo y aguanta nuestras miserias. A la otra banda, desde la Cruz de Montcabrer, se ve el paisaje abassegador de los edificios que construyen los humanos, la vía del tren que atraviesa el territorio.

Arriba de Burriac o de Montcabrer, uno es consciente que los límts geográficos nunca vencen el paso del tiempo y que quién triunfa siempre es la natura, la Maresma. Desde arriba se ve que en la victoria final nohabrá nunca los humanos, a pesar de todo. Nosotros, nos guste o no, somos puramente anecdóticos.

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