Sin decorados, con Nicole Kidman convertida en una mártir y con una clara influencia del teatro de Bertold Brecht y de las obras de Dickens y Mark Twain. Con estas credenciales se presenta Dogville, la última película del siempre controvertido director danés Lars Von Trier. El fim se preestrena esta noche en Mataró, en una proyección enmarcada dentro de la XXVa Muestra de Cine.
El ideólogo del Dogma'95 ha dejado definitivamente de banda las encorsetades normas de su movimiento cinematográfico para ofrecer un retrato, en sus palabras, de la mezquindad de la buena gente. Dogville explica la historia de Grace (Nicole Kidman), una bella fugitiva que, perseguida por la magia, llega a un pueblo aislado de los Estados Unidos. La pequeña comunidad accede a esconder la fugitiva, pero ella, a cambio, tendrá que aceptar los trabajos que los habitantes de Dogville le encarguen. La amabilidad se convertirá en abuso hasta que aflora un terrible secreto con el que Grace se enfrentará a la comunidad.
Dogville se proyectará esta noche al Teatro Monumental, a partir de las diez de la noche. Antes, pero, se podrá ver el cortometraje de animación El desván .
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