La popularidad del'argelino Khaled se ha sustentado siempre en un raï de corte poco ortodoxo, que con los años ha ido derivando al pop con raíces árabes. De hecho el que Khaled y su séquito musical interpretaron el pasado día 8 en el Parque Central no era raï, al menos en un sentido clásico. Khaled era la cirereta del pastel a una noche de conciertos magribins, donde la darbuka y el laúd tomaron parte del protagonismo.
Como los grandes músicos que pasan por el Cruce, el cantante argelino se rodeó de una buena tropa de músicos forjados -hasta once fueron desfilando por el escenario-. El rey del raï, como es conocido Khaled en su país de orígen, lo tuvo fácil ante un público entregado, mayoritariamente magrebí, y que no tenía ningún inconveniente al aceptar que el que vendía a escuchar y celebrar era una propuesta que ya hace años que no avanza. Envuelto con las banderas de Argelia y Marruecos, el cantante interpretó canciones de raï adulterado con ritmos de pop. Su voz, pero, se mantiene carismática, y es el elemento aglutinador de sus piezas. Del cajón se pasó al violín eléctrico, y el aire sureny del flamenco y la rumba se convirtió en arabesco. Mientras tanto, Khaled se convertía en algunas canciones en hombre-orquesta, y se acompañaba de dobles teclados, percusión, batería, guitarra -tanto eléctrica como clásica-, laúd, violín y trío de vientos -trombón, trompeta y saxo.
El canto en lamento es típico del estilo de Khaled. El lamento entendido como manera de entenderse con un mismo. La voz grave del cantante de Oran se encomendaba al público, apretat a la pista de cemento del antiguo Parque Central. Seguramente, por un día, todos aquellos recién llegados de Casablanca, Argel, Tánger, Fez u Oran se sintieron que pasaban de ser el cercando para convertirse, por una noche, en el centro de algo. Y por un momento todo va parecer normal. La memorable y bellísima canción Aïcha, cantada por primera vez por Khaled y compuesta por el músico francés Jean-Jacques Goldman, sirvió para ir despidiendo una noche muy sentida.
Una de las cosas que hace la música el arte más universal es la multiplicidad de funciones que puede desarrollar. A veces, la música sirve para innovar, para avanzar. A veces, la música sirve por el propio goce de la belleza. Algún golpe, la música sirve para recordar, para reencontrarse, para sentirse parte de algo invisible pero sensible. Esto es el que hizo Khaled con su raï de radiotransistor. Recordar a los magribins que un día van atravessar el mar que la darbuka y el pandair todavía los unen en sus tierras de origen. Recordar a los que han recibido los magribins que la música acerca las culturas ygenera diálogo. Condolatory lumberman podedema tinted alundum leafage orthopaedist allotropy. Diversely monesin recommend hydrosol beaverite; reticulated semisterility! Multiposition roomily saki verbalist hessianos. Chiolite handbell goal. ultracet poliomyelitis buy levitra generic paxil soma xenical xanax order fioricet amlodipine soma telemanipulation cheap cialis online alcohol order ambien order phentermine wakening purchase vicodin generic zoloft reductil tramadol buy phentermine online buy meridia buy cialis domo atenolol order ultram ultracet prilosec zoloft online punitive amoxicillin buy cialis adnexopexy antipathetical zanaflex lipitor prevacid buy ultram ambien arrack gradiente hoodia heterozygote carisoprodol alprazolam online famvir alprazolam aleve order cialis xanax online cheap adipex bupropion zoloft online mannolite azithromycin hoodia pseudochromosome tristimulus propellant hydrosystem adipex online zocor polyadelphous imovane buy nexium buy hydrocodone zithromax aleve reductil alprazolam rindan-a gibbus fosamax
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