La nueva ley de asociaciones, promovida por la Generalitat de Cataluña, potenciará el funcionamiento democrático de las entidades. Esta es alguna de las características que adoptarán las asociaciones, junto a otros puntos también importantes como la autonomía de gestión, la independencia de sus cargos o un mejor funcionamiento democrático. "Muchas de las cosas ya se hacían, pero ahora están por escrito", ha explicado el regidor de participación, Carlos Fernández. El regidor ha enumerado los diferentes puntos que se tendrán que modificar en el sí de las asociaciones. "Queda por escrito el principio lucrativo, que restringe la venta de patrimonio entre asociados o al exterior". Además, Fernández ha recordado que ahora "no puede haber ningún cargo de la entidad que cobre para hacer un servicio del ámbito del cual sea secretario", así como también "sólo el 50% de los dirigentes pueden cobrar para hacer actividad retribuida".
Esta nueva legislación no sólo toca el tema económico. El principio de independencia marca el hecho que "nohaya conflictos para tomar decisiones; si una decisión afecta a algún integrante este no puede incidir, se tiene que quedar al margen y dar toda la información posible". Un ejemplo del que significa esta norma sería el caso de Can Fàbregas y el regidor Ramon Bassas, que se abstuvo de las votaciones referentes a la antigua harinera. La ley también quiere favorecer el funcionamiento democrático, de tal manera que "se protejan las minorías" con varios mecanismos. Ahora, aunque sea menos del 10%, se podrá forzar la convocatoria de una asamblea extraordinaria, cambiar la orden del día o la aparición del voto ponderado, que sirve para dar más representación a los socios que tengan más pes (como podría pasar en una federación en la que una entidad representa más personas que otra). Por último, hay un nuevo principio de transparencia que obliga a presentar las cuentas dentro del tiempo establecido, por ejemplo. Todo esto son normas que según ha explicado Fernández "ya se hacían en las asociaciones".
Una de las acciones que tendrán que llevar a cabo las asociaciones es cambiar los estatutos para adecuarlos a la nueva ley, a pesar de que tienen tres años para hacerlo. Aprovechando la muy entendida, el regidor de participación lanza al aire la opción que "además del trabajo que trabajan a diario, intenten abrir la participación y actualizar la documentación del centro". "muchas entidades abrieron hace muchos años con unos objetivos, podría ser el momento de coger estas bases, ponerlas sobre la mesa y discutir el futuro".
Comentarios