El gobierno del PP acaba de anunciar un nuevo incremento del precio del suministro de electricidad, con el argumento de que se quiere acabar con el llamado déficit de tarifa. Qué es esto? Pues es la diferencia entre el que las compañías productoras de electricidad dicen que ha sido el coste real de la producción de la electricidad suministrada a la red y el que efectivamente han repercutido durante años en el recibo de la luz. Todo ello tiene su origen en la Ley del sector eléctrico de 1997 que liberalizó la producción y distribución de electricidad y fijó las reglas para calcular qué era el coste de producción, dado que hay diferentes fuentes de producción: hidráulica, nuclear, térmica -carbón o gas- o renovables -eólica, fotovoltaica-. Esta ley fue hecha a medida de los intereses de las grandes eléctricas por el gobierno de José María Aznar.
El sistema para calcular estos precios de la producción eléctrica es realmente perverso y favorece descaradamente las grandes compañías productoras. Así, el coste de producción eléctrica se fija tomando como referencia el coste del último entrante, es decir, el coste de producir la electricidad por el último sistema de producción que se haya usado. Cómo que los últimos sistemas de generación eléctrica que se ponen en funcionamiento son los más caros (térmicas de carbón o de gas) el precio que se reconoce a la producción de nuclear o de hidroeléctrica es muy superior al coste real. Las renovables no entran dentro de este sistema, para ser de reciente implantación y comportar costes de instalación importantes, por el que se fijó un sistema de primas a la implantación, a cobrar durante años de funcionamiento.
Aplicando el sistema del último entrante, el precio político de la electricidad producida por los sistemas tradicionales subió mucho, y cómo que esto hacía subir el coste de vida, el gobierno del PP impuso un precio político, pero reconociendo a las grandes compañías el derecho a cobrar más adelante el déficit tarifario. Ahora, este déficit sube a la increíble cifra de más de 26.000 millones de euros!!!
Ahora, además de subir dos veces dentro del año 2013 el precio de la tarifa, se suprimirá la tarifa reducida que se aplicaba en las casas con bajo consumo. Y de otra parte, el gobierno, siguiendo los dictados de las eléctricas, aprovecha para retirar las ayudas a la implantación de las renovables, dejando los productores a la ruina, imposibilita nuevas instalaciones y pone obstáculos a la posibilidad del auto-producción eléctrica con una tasa del 27% sobre el precio estimado de la electricidad producida y la sobrante obligará a darla GRATIS a las empresas distribuidoras.
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