Vistas desde el Matagalls
Vistas desde el Matagalls

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La subida al Matagalls

Con 1.697 metros, el Matagalls es la tercera montaña más alta del Montseny. Subir se ha convertido en una de las excursiones más clásicas del parque natural y es una excelente excusa para fotografiar paisajes y vistas espectaculares. Sepuede llegar desde diferentes lugares, aun así la ruta quesube desde el cuello de Bordoriol es una de las más fáciles y agradecidas. Durante el recorrido se atraviesan alzinars, robledas, hayedos y prados culminals, hecho que permite contemplar una extensa muestra de la vegetación existente al macizo. El esfuerzo de la ascensión se ve recompensado por la espléndida panorámica que se ve desde arriba.

De las diferentes rutas que conducen a la cumbre del Matagalls, la que sale desde el cuello de Bordoriol es la más sencilla y agradable. El cuello de Bordoriol se encuentra a caballo de las comarcas de la Selva y Osona. Se puede dejar el coche en un pequeño aparcamiento junto a la carretera (BV-5114, de Santa Fe en Viladrau), al lado de un punto de información del parque, situado en una caseta de madera. Antes de emprender la marcha es recomendable hacer una parada, cruzar la carretera y subir unas escaleras hasta el mirador. Desde aquí se ven, en primer término, las Agudas y el Matagalls, así como la llanura de Vic y muchas cumbres del Pirineu oriental, entre otros elementos geográficos destacados.

El oratori. El cuello de Joan
A la izquierda de la caseta de madera sale el sender señalizado SL-C 82 que trae al cuello Pregon, punto desde donde se inicia la ascensión final al Matagalls. Hay que seguir este camino ancho, flanqueado por alzinars y robledas, y pasar por la fuente de los Pastores, dedicada al escritor de Viladrau, Felip Graugés. Después de pasar por el corral de la Vila se llega a la oratori, situado en el cuello de Joan. Se trata de un oratori de piedra dedicado a santo Francesc de Asís, con una placa que conmemora el encuentro que celebraron los pessebristes de Vic y Viladrau al Matagalls en 1976. A partir de este lugar, los coches no pueden avanzar más por la pista y, por lo tanto, la ruta continúa por el sender local hasta llegar al cuello Pregon. Antes, pero, pasa por zonas de alzinars y moixeres con bonitas vistas a las Agudas. Durante la subida se aprecia como la vegetación cambia gradualmente, de forma que se dejan atrás los alzinars y empiezan a aparecer las hayas. Los hitos resiguen el camino, que atraviesa el cuello Sabènia de bajo y el cuello Sabènia de arriba, a partir del cual se adentra de pleno en el hayedo. El camino pasa junto a una antigua poua, que servía para almacenar el hielo durante el invierno para aprovecharlo durante la primavera y el verano.

Coll Pregon. Cruce de caminos
Unos metros más allá de la poua se llega al cuello Pregon, un lugar dondeacostumbran a descansar los excursionistas con un gran prado situado en medio de un frondoso hayedo. En el centro hay un pedró en conmemoración de Pau Casals con un poema de Felip Graugés. La cumbre del Matagalls queda a 25 minutos de caminata a través del GR 5-2.

El collarín del Hombre Muerto. El preludio de la cumbre
Desde el collarín Pregon se llega en unos 15 minutos al collarín del Hombre Muerto, casi a la misma cumbre del Matagalls. El camino quetrae hace subida y atraviesa hayedos, en el primer tramo, y matorrales de enebro a los niveles culminals. Desde este lugar las vistas son espectaculares. Se puede contemplar perfectamente el plan de la Calma, el Tagamanent, la llanura de Vic y, en los días claros, las montañas de Sant Llorenç del Montón, los riscos del Bertí o Montserrat. En este ambiente tan diverso como interesante, seencuentran plantas boreoalpines que en Cataluña sólo se encuentran también al Pirineu; además de endemises como el pensamiento del Montseny o la hierba de Santo Segimon.

El Matagalls: vistas de altura
Hay que andar algo más para llegar a la cumbre del Matagalls, a 1.697 metros de altura y donde las vistas son espectaculares. Se puede ver todo el Montseny, el pueblo de Viladrau, la cordillera de Montserrat, el mar y los Pirineos, desde la montaña del Canigó a la sierra del Cadí. Uno de los elementos más característicos de la cumbre, que es el tercero en altura de todo el Montseny, es la cruz, que con el tiempo se ha ido renovando. La primera está documentada del 1614 pero la más recordada es la cruz del padre Claret, colocada el 1840. A la cumbre también se encuentran varias placas conmemorativas en homenaje al padre Claret, al poeta y padre Jacinto Verdaguer y al padre Jaume Oliveras, quién hizo por primera vez la popular quiniela Matagalls-Montserrat.

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