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Vern Bueno

La ‘Testosterona’ de Bersuit trae la fiesta al Parque Central

El grupo de Buenos Aires congrega a centenares de compatriotas en un concierto festivo y alegre todo y la derrota argentina al Mundial de Fútbol

Hacía muy pocas horas que la selección argentina había sido eliminada a los cuartos de final del Mundial de fútbol, en un partido dramático contra Alemania que se decidía a la tanda de penaltis. Conscientes de cómo se toman el fútbol los argentinos, no era descabellat temer que el desaliento los impidiera acercarse en el Parque Central a disfrutar de La Bersuit Vergarabat, el nombre completo de una de las grandes bandas del rock argentino, que actuaba la noche del viernes en el marco del festival Cruce de Culturas. Afortunadamente, el primer concierto de gran formato de este Cruce acabó registrando una buena entrada -unas dos mil personas- y la tragedia futbolística dioa una noche de música y fiesta.

El partido de fútbol, pero, va planar por el ambiente durante toda la velada. Centenares de argentinos vestidos con las camisetas de su selección, o con imágenes del astro Maradona, con banderas de su patria, comentando a la barra por qué no había jugado Leo Messi o si el árbitro los había perjudicado (quórum, todos coincidían al decir que sí). El tema no quedó aparcado, ni mucho menos, cuando apareció el grupo al escenario, formado por ocho músicos. “Nos han robado el partido”, afirmó categóricamente el cantante, Gustavo Cordera, “como también le habrían robado en Uruguay, a Ecuador o en Colombia. En Europa se mueven los contratos, el dinero, el éxito, pero amigos, en Latinoamérica es donde hay el talento!” se exclamaba. Por suerte, el mismo Cordera aseguró que Bersuit “se una banda amiga de la derrota, de los perdedores”, así que, en ninguna parte de caer en el lamento, se mostraron en plena forma durante toda la noche.

Implicación total del público
Bersuit son una banda increíblemente popular en su país. Han conseguido diez discos de platino, han llegado a reunir hasta 85.000 personas en un solo concierto, y fueron los grandes responsables del retorno de Andrés Calamaro a los escenarios el año pasado. Una fama que todavía tienen pendiente conseguir en Europa y que explica porque la parroquia argentina y sudamericana formaban la gran mayoría del público. Así que Mataró parecía una ciudad bañada por el Mar de Plata donde Bersuit se movía como pescado al agua, con toda la audiencia celebrando cada canción desde la primera nota y coreando la letra de principio a final. Temas nuevos como En la ribera o Me duele festejar se combinaron con clásicos de la banda como El viejo de llega o El baile del Camarón. Partiendo del rock, la banda fusionó mil estilos, desde el reggae al hip hop, pasando por el ska, el merengue, el folk... Para construir canciones a veces melangioses y otras más desinhibidas y con un toque de humor, pero casi siempre ballables y festivas.

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