La cocina de la tienda Xeflis ha apagado los fogones después de diez años de preparar comidas cocinadas. Ninguno de las cuatro hijas de los propietarios de de esta tienda situada de la calle Jaume Isern, esquina calle Cataluña, ha querido continuar con el negocio familiar y por eso Fèlix Sobrado y su mujer han decidido bajar la persiana. A pesar de que el matrimonio ya hacía tiempo que pensaba en la jubilación, la rápida venta del local ha precipitado su cierre. Sobrado ha vendido el local a un inversor que inicialmente no tenía la intención de continuar con la misma actividad, pero la aparición de un amigo común que quiere seguir haciendo comidas preparadas abre la posibilidad a la reanudación del negocio aunque sea sólo por dos o tres años. De momento, pero, y desde el pasado día 1, el establecimiento está cerrado.
La tienda Xeflis abrió en 1997, en un momento en que las comidas cocinadas no tenían la aceptación que tienen actualmente. Cuando empezamos las comidas preparadas se relacionaban con los domingos y los días de fiesta, recuerda Sobrado, quien asegura que en la última década, los jóvenes que no han aprendido a cocinar han cogido por costumbre recorrer a las comidas preparados como una solución por el día a día. Sobrado cree que la tienda cierra en un buen momento por las comidas preparadas y cree que en un futuro abrirán muchos comercios de este tipo. Él mismo atribuye el éxito de su establecimiento a la variada oferta que los clientes encontraron desde el primer momento: al Xeflis se podían encargar desde bandejas de croquetas o patatas bravas hasta menús completos para celebrar fiestas como la Navidad, sin olvidar los pollastes al ast que provocaban largas colas sobre todo los fines de semana.
Ahora, después de diez años sin poder disfrutar de ningún festivos, Sobrado y su mujer tienen previsto cogerse unos meses de vacaciones y ver mundo. Aún así, y si sale la oportunidad, no descartan la posibilidad de volver a la actividad culinaria siempre que sea una cosa pequeña. La inactividad no nos gusta mucho, concluye.
La tienda Xeflis abrió en 1997, en un momento en que las comidas cocinadas no tenían la aceptación que tienen actualmente. Cuando empezamos las comidas preparadas se relacionaban con los domingos y los días de fiesta, recuerda Sobrado, quien asegura que en la última década, los jóvenes que no han aprendido a cocinar han cogido por costumbre recorrer a las comidas preparados como una solución por el día a día. Sobrado cree que la tienda cierra en un buen momento por las comidas preparadas y cree que en un futuro abrirán muchos comercios de este tipo. Él mismo atribuye el éxito de su establecimiento a la variada oferta que los clientes encontraron desde el primer momento: al Xeflis se podían encargar desde bandejas de croquetas o patatas bravas hasta menús completos para celebrar fiestas como la Navidad, sin olvidar los pollastes al ast que provocaban largas colas sobre todo los fines de semana.
Ahora, después de diez años sin poder disfrutar de ningún festivos, Sobrado y su mujer tienen previsto cogerse unos meses de vacaciones y ver mundo. Aún así, y si sale la oportunidad, no descartan la posibilidad de volver a la actividad culinaria siempre que sea una cosa pequeña. La inactividad no nos gusta mucho, concluye.