La vida de músico a bordo de un crucero

Eugeni Moreno ya creció rodeado de música. Su padre era bajista y enseguida supo el que era vivir en locales de ensayo y conciertos. Durante la adolescencia cogió su primera guitarra. Tanto le gustó que no lo ha dejado nunca. 34 años más tarde, este mataroní hace música a bordo de un crucero en los Estados Unidos.
Durante su trayectoria como músico, Moreno ha tenido la oportunidad de trabajar en grupos tributos y de versiones y también ha grabado algunos discos con grupos de temas propios. Ahora, pero, hace unos meses que ha dejado atrás la capital del Maresme para abrirse camino fuera de aquí. Fue en agosto del 2016 cuando decidió marchar a los Estados Unidos y empezar a vivir a bordo de un crucero. "Tenía un amigo que trabajaba a USA, en Marc Aliana, a quien le ofrecieron el trabajo pero él no la podía hacer", recuerda agradecido y explica que "me propuso entrar dentro del proceso de selección, envié mi currículum y vídeos y finalmente me escogieron". Actualmente este mataroní vive en el crucero Breakaway de la compañía NCL, que hace ruta entre Nueva York y el Caribe. Allá es el bajista del espectáculo 'Burn the Floor' y guitarrista a 'Rock of Ages', del cual ya era hacen antes de trabajar.

"Las condiciones de trabajo para los músicos son dignos, nada que ver con Cataluña"

A pesar de que reconoce que no todo el mundo está hecho para trabajar en un crucero, después de 7 meses a bordo Eugeni puede afirmar muy alto que está totalmente adaptado a su vida de músico en un crucero. "Aquí si te gusta el que haces, haces tu trabajo bien y no te metes en problemas, el resto es fácil", afirma y añade que "estoy viviendo cosas que por otro lado no podría vivir". Su semana empieza el domingo, momento en que se hace una reunión de equipo para ponerse al día de cómo van las cosas a bordo, que se tiene que mejorar y que no. Durante el resto de la semana, Moreno tiene momentos para todo: "Hay días que trabajamos mucho y otros que tenemos mucho tiempo libre y podemos aprovechar para visitar". En este sentido, el mataroní explica como "estoy viajando mucho y viendo partes del mundo increíbles, bucear junto a tortugas gigantes o visitar islas exóticas es una cosa que no olvidaré nunca".

La buena organización es el concepto que mejor define la vida de Eugeni Moreno a bordo. "Aquí todo el mundo tiene muy claro cuál es su papel y que le toca hacer, tenemos un horario semanal y un diario que todo el mundo sigue al pie de la letra", apunta. Además, a nivel artístico, el suyo es uno de los cruceros con más oferta de entretenimiento: "Los dos musicales en los cuales estoy realmente son muy buenos y hay grandes profesionales delante y detrás del escenario". También destaca que "las condiciones laborales son dignas y esto hace que la gente trabaje cómoda, cumpliendo los horarios y estudiando los repertorios". Es por eso que el músico lamento la situación de sus compañeros de profesión afirmando que "en Cataluña tenemos excelentes músicos pero unas condiciones de trabajo horribles, y así no hay quién trabaje a gusto". "A nivel profesional no se puede comparar un país con el otro", resuelve.

Le ha cambiado la vida

Si hay una cosa que este músico mataroní tiene clara es que estos 7 meses a bordo le han cambiado la vida. Ahora aprecia las pequeñas cosas de la vida y sabe que, muy a menudo, menos es más. "Se necesita muy poco para vivir y ser feliz", afirma y reconoce que "el espacio en el barco es limitado y tengo un cabina pequeña, pero ahora mismo todo el que tengo cabeza en dos maletas y mesobra una". A pesar de esto, hay cosas que este mataroní sí que echa de menos de casa suya. Aparte de la familia y los amigos, el que más recuerda es la comida: "Los frankfurts de La Riera, las pizzas del centro, los churros de Can la Rosita y sobre todo... el escudilla de Navidad de mi madre!".
De momento volverá a Mataró y pasará el verano pero, después, no puede prometer nada: "Es bastante probable que vuelva a embarcar y después ya veremos, el tiempo dirá!".