El Santuario de Queralt 1200 metros de altura, domina el Alto Berguedà. Es el punto de salida ideal para descubrir las montañas que empiezan en esta comarca catalana y que se hacen cada vez más altas cuanto más al norte vamos, hasta llegar a los Pirineo. Con una excursión muy fácil y corta, con un desnivel de 300 metros, daremos la vuelta a la sierra de Queralt para contemplar, a ambos lados, los últimos valles de la Depresión Central y las primeras cumbres prepirinencs. La ruta es circular y se puede hacer en sólo dos horas.
Subimos en coche hasta el Santuario de Queralt, situado a la arista de la sierra que le da nombre, por la carretera BV-4242, que llega desde Berga. Empezamos a andar desde el aparcamiento, hacia la plaza de la iglesia y, desde allá, seguimos hacia la cueva del Hallazgo, al pie de la roca Castellberguedà, hasta llegar a un desvío. Tomamos el camino de la derecha y nos adentramos a la Baga de Queralt, donde andaremos bajo la sombra de altas hayas. El primer camino que encontramos a mano izquierda, después de una fuente, nos traerá hasta el Collarín de San Juan, donde encontramos una ermita y un cruce de caminos.
Aquí tomamos el camino de la derecha, conocido como de las Aguas de Busot, que se ensarta por unas escaleras hasta que se vuelve planer y recorre la obaga. Desde esta vertiente de la montaña vemos la cara sur de los Rasos. Seguimos por el camino del Suma y sigue, que viene de nuestra derecha, señalizado como Sender Local (marcas verdes y blancas) y que tumba hacia la izquierda en una fuerte subida. Más arriba se vuelve más planer y se convierte en una pista, por donde se nos hace más fácil andar. Todo el rato tenemos que seguir recto, sin desviarnos, a pesar de que la pista se acaba rápido y se vuelve en un camino que se puede hacer más difícil de distinguir en algunos tramos.
En media hora, habremos llegado al Portet, el cuello que separa la sierra de Queralt y la de los Ladrones. Aquí giraremos a la izquierda y empezaremos a dar la vuelta en la montaña por la otra vertiente, andando por el sender de Pequeño Recorrido, pintado con marcas blancas y amarillas. Enseguida, llegamos en su punto más elevado de la ruta, la cumbre del Serrat de la Miel (1.431 m), desde donde tenemos unas buenas vistas de la llanura de Berga, de Puerto del Conde, la Tosa de Alp y el Puigmal. Todavía nos quedará superar una subida más, la del collarín del Serrat de la Miel. A partir de aquí, todo el camino es de bajada y va resiguiendo los riscos de Queralt. Antes de llegar de nuevo al Santuario de Queralt podemos hacer las últimas fotografías desde el mirador de las Guillas.

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