La estrella del Fútbol Club Barcelona Lamine Yamal, natural de Mataró, ya cuenta con un gigante que se suma a la infinita lista de figuras que conforman la cultura popular del país. Pero, sorprendentemente, no está en su ciudad natal, sino en un lugar bien insospechado, Ivars d’Urgell, en la provincia de Lleida. La figura, bautizada como Lamine de Faió, mide 2,40 metros de altura y ha sido creada por iniciativa de la Asociación Gegants Eduard, constituida formalmente este 2025 por Josep Rubiol y su familia.
Tal y como explica Rubiol, la agrupación Gegants Eduard nació de la pasión de su hijo Eduard, que con solo 6 años y fruto de esta gran afición recibió un pequeño gigante como regalo de una colla de Les Borges Blanques. Desde entonces, han participado en múltiples salidas, encuentros y actividades, hasta que este año se formalizaron como entidad. “En Ivars d’Urgell hay dos collas geganteras: la colla oficial del pueblo, con las figuras tradicionales, y nosotros, que somos nuestra familia”, explica Rubiol.

El gigante en su estreno en Faió. Foto: Colla Gegantera Eduard d'Ivars d'Urgell
El origen del gigante de Lamine Yamal
La idea de crear un gigante inspirado en Lamine Yamal surgió de forma totalmente espontánea. Una prima de Eduard, que vive en L’Hospitalet de Llobregat, se encontró con que en su escuela iban a tirar la figura de una gran cabeza que nadie usaba. Inmediatamente pensó en Eduard y su pasión por los gigantes, y consiguió que se la enviaran. La figura terminó en Faió, en Aragón, donde vive la familia de su abuelo y donde tenían más espacio para guardarla, y Rubiol relata: “Le preguntamos a Eduard qué hacíamos con ella y, sin saber muy bien por qué, se le ocurrió que le gustaría reconvertirla en una figura de Lamine Yamal.” Dicho y hecho, el abuelo asumió la construcción —aunque no es ningún experto geganter— y la abuela se encargó del vestuario, incluida la camiseta entonces aún con el número 19, cedida por la Penya Blaugrana de Faió.

El gigante, teñido de rubio y con ‘brackets’
El gigante se estrenó el 16 de agosto, coincidiendo con el 15º aniversario de la Penya Blaugrana de Faió, en un acto donde fue apadrinado por el exjugador del Barça Rafael Zuviría, que jugó entre 1977 y 1982, y por Lluís Pérez, miembro de la comisión social del club. Posteriormente, el gigante se trasladó a Ivars d’Urgell y forma parte de las figuras que integran actualmente la colla Gegants Eduard, entre las cuales también están el Caballero Narcís y el Demonio Banyut.
Este fin de semana, el grupo lo llevará al encuentro de Fraga, pocas semanas después de haber participado, entre otras citas, en un baile de lucimiento en Bellpuig d’Urgell. Este último fue clave para dar a conocer el gigante al mundo, ya que un vídeo de Lamine de Faió bailando en el pueblo leridano superó las 500.000 visualizaciones en Instagram. “Es impresionante: tenemos una cuenta modesta que como máximo llega a 2.000 visualizaciones, pero esta vez el algoritmo enloqueció”, comenta. Desde entonces, una inesperada avalancha de atención mediática a la altura del personaje que representan, el considerado segundo mejor jugador del mundo.
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Una apuesta por el relevo generacional
Rubiol subraya que el gigante de Lamine Yamal no solo quiere rendir homenaje al jugador blaugrana —un homenaje que, como insisten, surgió de manera totalmente espontánea y poco pensada— sino también revitalizar el interés de los jóvenes por las collas geganteras. “Hace 500 años los geganters hacían figuras de reyes, campesinos y oficios. Hoy cuesta encontrar gente joven que se implique, que encuentre interés en estas representaciones. Con Lamine de Faió, vemos que los niños quieren llevarlo y participar con nosotros, y hemos visto un repunte de motivación”, explica. El objetivo es que la figura se convierta en una especie de símbolo del relevo generacional, combinando la tradición gegantera con referentes actuales que capten la atención de las nuevas generaciones.

El gigante dedicado a Lamine Yamal. Foto: Colla Gegantera Eduard d'Ivars d'Urgell
Resulta muy curioso que Mataró, una de las ciudades más geganteras del país (cuenta con una de las collas institucionales más queridas y con más de un centenar de figuras de distintos barrios, asociaciones, esplais y escuelas), haya perdido la oportunidad de impulsar un gigante dedicado a Lamine Yamal, teniendo en cuenta el estrecho vínculo del jugador con la ciudad y con el barrio de Rocafonda. En el verano de 2024, tras la victoria en la Eurocopa con Lamine como protagonista, Agapit Borràs ya había propuesto la creación de una figura local. Rubiol, sin embargo, asegura que su colla estaría encantada de llevar el gigante a Mataró si los invitan: “Para nosotros sería un honor. Mataró es la ‘Champions’ del mundo geganter. Si nos contactan, iríamos sin dudarlo.”
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