El artista argentino
El artista argentino

V. B.

Las crónicas en blanco de Domingo Beltran llenan el Espacio Renacuajo

El artista argentino afincat en Mataró muestra su obra a partir del jueves, 30 de agosto

Después de la pausa estival, el Espacio Renacuajo repren la temporada de exposiciones mensuales, y lo hace con el artista argentino Domingo Beltran. Nacido a Tucuman (frontera con Bolivia) y afincat actualmente en Mataró, Beltran presenta “Crónica en blanco”, una muestra que tiene en el viaje y su metáfora de la condición humana como hilo conductor, y que a la vegada ejemplifica el nuevo camino formal que ha tomado el artista, con obras mucho más sintéticas y desnudadas de elementos superfluos que en sus anteriores trabajos. La exposición se puede ver desde este jueves, día 30 de agosto, hasta el 26 de septiembre.

“Este es el primer golpe que trabajo con volúmenes reales, con objetos”, explica Beltran. “Trato de explotar plásticamente al máximo materiales muy simples, como trozos de madera, papel, hilo rústico”. Con ellos, genera formas y volúmenes, a medio camino entre los relevos y la escultura. “Son dibujos volumétricos, donde el blanco es el color dominante”, resume el argentino. Con las obras que ha preparado para “Crónica en blanco”, Beltrán “rompe con una forma de trabajar muy barroca” que ha marcado su pasado artístico. “Vengo de un paisaje (Tucuman) selvàtic, muy exhuberant, que casi me provocaba ‘horror vacui'”. Este hecho quedaba reflejado en obras repletas de color y detalles, “demasiado cargadas”, apunta él mismo. En cambio, ahora busca “un mayor silencio pictórico, ser lo más sintético posible, decir el máximo con el mínimo”. Por eso el blanco domina: “trabajo con poca información cromática”, define Beltran.

El tema principal de la exposición es el viaje. “Yo zoco inmigrante, mis abuelos también lo fueron (de origen mallorquín y genovès respectivamente). La vida en sí misma es un migrar constante, no sólo espacial, sino como proceso interior”, explica Beltrán. El artista argentino convierte las barcas en las principales protagonistas de sus obras. “Son una metáfora del viaje, o directamente del ser humano”. Son barcas precarias, hechos a parches, casi pateres, recreadas a través de materiales pobres. “Quiero transmitir la fragilidad de la existencia” apunta. Una imagen que le sirvió de inspiración en sus primeros tiempos en Mataró fue la crema de una barca por la verbena de San Juan, al final de la calle homónima. “El esqueleto de la barca incendiada me impactó”. Explica que, como Argentino de familia inmigrante, el sentimiento de pertenencia a algún lugar es débil. “El movimiento está en mis genes”, explica. “A medida que transcurre mi vida, medoy cuenta que estamos siempre en movimiento y no sabemos hacia donde vamos. Pero el mejor es no pensar donde queremos llegar, sino cómo queremos llegar”.

Volviendo a la vertiente formal de su obra, el acercamiento de Beltran al minimalismo implica, según él, ofrecer “discursos menos literarios”. Aún así, se define como un artista narrativo. “Necesito explicar cosas, mi forma de trabajar es muy figurativa. Ahora, pero, intento que la narración sea lo menos literaria posible”. Aún así, Beltran busca alejarse lo más posible de la frialdad. “Cuando realizo una obra, tiene que haber algo que me emocione, el único que espero es comunicarme”. Pero es consciente que la comunicación es “polisémica”, que las interpretaciones serán muy variadas. “Siempre me pasa que los espectadores de mis obras descubren a través de ellas cosas de mí, que yo no he plasmado conscientemente. En el arte, el inconsciente es muy importante”, constata.

Jueves, día 30 · Inauguración: a 2/4 de 8 de la tarde al Espacio Renacuajo (C/ Santo Benet, 16-18)

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