Capgròs
Quién quiera una mona de la pastelería Uñó de Mataró con forma de urna como las utilizadas el 1 de octubre, ha hecho tarde. "Nos sabe mal pero se nos han acabado y no podemos hacer más", explica Rosa Maria Uñó, una de las responsables del establecimiento. Desde hace un meshan vendido más de un centenar, a la capital del Maresme y también mucho más allá. "Hemos tenido clientes de Tarragona, Lleida, Sabadell, Palamós..." explican. Todo un fenómeno, que muestra como la situación política se infiltra incluso en ámbitos tan insospechados como la pastelería.
Todo va empezar cuando el pastelero Claudi Uñó colgó a su cuenta de Instagram una imagen con las mones con forma de urna del referéndum del 1 de octubre, tomada al obrador de la pastelería. "La imagen empezó a correr y bien pronto empezamos a recibir llamadas de todas partes", afirma su hermana Rosa Maria. Y desde entonces no han parado de hacer... hasta este mismo miércoles, día 28. "Hemos vendido las últimas y ya hemos parado de hacer, nos sabe mal pero tenemos que centrarnos en las mones de pastel por estos próximos días", añade.
Desde la pastelería explican que han tenido compradores de ciudades como Tarragona, Lleida, Sabadell o Palamós
Crear mones cómo estas, cada una de las cuales hecho con más de un kilo de chocolate blanco y negra, comporta semanas de trabajo totalmente artesanal. Por eso el precio no es paso económico: 55 euros la pieza. Aún así, han volado. "Es la mona que ha tenido más éxito de todas las que hemos hecho", apunta la pastelera. La clave ha sido que la clientela provenía de todo el país y que iba mucho más allá del padrino o la madrina que la quería regalar al ahijado. "Mucha gente la ha comprado para ella misma, o como presente para amigos y familiares ya adultos", añade.
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