Esta entrevista forma parte del Anuario 2018 publicado por Renacuajo, donde se resumen los grandes temas del año que hemos dejado atrás. Oriol Balsa, ingeniero forestal, es un experto en gestión de bosques. Ha participado en varios estudios soobre los efectos del cambio climático a la comarca.
Cómo ha sido el año que dejamos atrás para nuestros bosques?
Nos ha ayudado mucho que haya sido uno de los años más lluviosos de la historia reciente porque así los bosques se recuperan, pero la tendencia es que los periodos de sequía aumentarán en los próximos años, y se combinarán con periodos de lluvia más concentrados e intensos. El que tenemos que hacer es adaptarnos a esto.
Qué peligros comporta?
El problema de estos episodios de lluvia torrenciales como los vividos durante el último otoño es que todas las medidas que hemos tomado para prevenir inundaciones en el Maresme quedarán sobrepasadas. Las canalizaciones de las rieras no aguantarán el que nos viene encima, por ejemplo la de Arenys de Mar no podrá soportar una lluvia de 200 litros a su cabecera, cosa que puede pasar cualquier día de estos.
Cómo podemos mejorar la gestión forestal?
El tomicus es un problema ambiental muy grave, pero gracias a él se ha duplicado la inversión pública en los bosques del Maresme, así como las hectáreas gestionadas. El Maresme tiene un 65% del territorio formado por bosques, pero estos no se cuidan. Si tienes un patrimonio vive que va creciente y que no se gestiona, cada día va acumulando más combustible. Su control no pasa tan sólo por el aprovechamiento de leña y madera, sino por una adaptación global del territorio boscoso al cambio climático. El 99% son de propiedad privada, pero la mayoría vive de espaldas a los bosques, porque no los encuentran rentables y por lo tanto noinvierten dinero. El que hace falta es crear asociaciones de propietarios forestales que cedan los derechos de gestión del bosque, porque los ingenieros forestalesdetecten y desarrollen las opciones que ofrecen de ser productivos.
Hace muchos años que sufrimos ningún gran incendio. Qué posibilidades tenemos de vivirlo y qué serien las consecuencias?
Seguro que pasará, todo apunta quesufriremos un más bien que tarde, y que quemará unas 8.000 hectáreas. Es una cuestión de estadística y de probabilidad por la carencia de mantenimiento de los bosques y también por su frecuentación: en un solo fin de semana del mes de mayo podemos tener hasta 50.000 personas a uno de los tres parques naturales del Maresme. El problema es que después del incendio se redoblarán las inundaciones, porque el bosque se queda con el 90% de las lluvias, y si desaparece deja de retenerla y toda el agua baja en las rieras.
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