Las Santas durante el Franquismo: unas fiestas secuestrar y en decadencia

La vertiente cívica y popular que ha ido adquiriendo Las Santas en detrimento del aspecto religioso se pierde con la llegada del Franquismo, que vuelve a situar la iglesia al centro de la celebración. "El nuevo régimen no suprime la fiesta, de hechomantiene la estructura tradicional, pero el que cambia es el espíritu y la relevancia" afirma Guanyabens sobre este periodo. Continúen haciéndose verbenas, las bailadas de sardanas incluso ganan protagonismo, se mantiene la iluminación de las calles y los "pasacalles" con los gigantes y enanos, así como el castillo de fuegos.

La decadencia se acentuó en sesenta como reflejo de un régimen que se acaba

Pero de una Fiesta Mayor abierta y participativa, impulsada en buena parte por entidades y asociaciones de todo tipo que promueven actos lúdicos y espectáculos, se pasa a una celebración con mucho más pes del simbolismo religioso, que entiende las tradiciones como un folclore anecdótico, y que esparci la censura y las prohibiciones por todas partes. En este contexto tan poco propicio, eso sí , sorprende la presentación de una nueva figura, en Maneló, que se incorpora a la familia Robafaves en 1950.

A partir de la década de los 60, esta concepción hace que la Fiesta entre en una decadencia que parece imparable. "Una fiesta que pierde todos los atractivos porque es el reflejo del régimen dictatorial que se acerca su fin", escribe Guanyabens. El historiador recuerda que la mayoría de mataronins esperan que lleguen Las Santas para marchar de vacaciones. A todo ello sesuma la carencia de cura verso elementos tradicionales como las figuras, con la familia Robafaves presentando un estado lamentable por carencia de un mantenimiento adecuado. La procesión, uno de los ejes centrales de la fiesta, pierde tanto de peso que en 1970 se acaba eliminando, y los intentos de sustituirla con festivales de variedades (majorettes, castillos, falconers...) para llenar el vacío que deja el 27 por la tarde son un fracaso absoluto. La Fiesta Mayor, durante las últimas alentadas del Franquismo, parece tocada de muerto. Pero un grupo de jóvenes llegará para salvarlas.