La Garrotxa, como tierra de volcanes que es, nos ofrece un paisaje muy curioso. La propuesta de esta semana nos acerca hasta una interesante zona de cingleres basàltiques en los alrededores de Sant Joan les Fonts, que se han formado por el enfriamiento de las coladas de lava que expulsaban los volcanes de la zona hace miles de años. La ruta, que permite ver también el patrimonio románico y medieval de Sant Joan les Fonts, es apta para todo el mundo y está señalizada. En una hora daremos una vuelta de seis kilómetros. Cuenta, pero, si ha llovido mucho porque puede ser que la riera de Bianya haya crecido y no podamos continuar nuestro itinerario a partir de la cinglera de la Fontfreda.
Empezamos a andar desde la plaza Mayor de Sant Joan les Fonts para atravesar este pequeño municipio garrotxí, donde podemos ver el puente medieval del siglo XII sobre el Fluvià, el monasterio románico de la misma época y la estancia Juvinyà, que es el monumento civil más antiguo de Cataluña (siglo XI-XII). Atravesaremos este puente medieval y subiremos por unas escaleras junto a la iglesia.
En un cuarto temprano ya llegamos al Molino Fondo, donde ya podemos ver las tres espectaculares, y a la vez, curiosas, coladas de lava. Una de ellas, que forma parte de la antigua esclusa de la fábrica "La Reformada", proviene de los volcanes de Batet y tiene una antigüedad de 700.000 años. Más reciente es la colada donde se encuentra enclavada la antigua cantera del Boscarró. Esta proviene del volcán de la Garrinada y tiene unos 120.000 años. La tercera colada, que se esparci por el tierra de este lugar que pisamos, es de origen y fecha desconocida.
Más o menos a mitad de camino llegamos a los Riscos de la Fontreda, lugar de donde antiguamente se extraía roca y que, por desgracia, en 70, se usó como vertedero, cosa que contaminó el río. Por suerte, el vertedero se cerró y se restauró este paraje volcánico que ha recuperado su bellessa. Después de atravesar dos golpes el río, el camino nos traerá por la parte superior de los riscos, desde 'donde tendremos buenas vistas de la vuelta que hemos dado, hasta llegar, de nuevo, en Sant Joan les Fonts.

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