Pere Pascual

Pere Pascual

Crítico de arte

Lázaro Ferré. Libertad compositiva

José Luís Lázaro Ferré no esun recién llegado en esto del arte. Desde acá aquel 1975 cuando debutará a la galería Pròcer, curiosamente de la mano de Perecoll, no sólo han pasado un montón de años más bien también un buen grueso de exposiciones y experiencias que lo han convertido en un artista conocido y apreciado por aficionados con bouquet aunque en cierto modo desconocido del gran público.

Maresmenc de adopción, vive a santo Vicens de Montalt, esta su exposición al espacio renacuajo no es la primera exposición en la ciudad puesto que ya lo había hecho hace casi diez años en la sala de la Caixa Laietana (Pça Sta Anna) en una curiosa e interesante muestra en la que en cierto modo hacía una revisión peculiar y personalíssima de estilísticas y autores que marcaban o habían marcado su trayectoria.

Allá Lázaro lograba su punto álgido creativamente hablante. Su peculiar cubismo , y lo tenemos que definir así puesto que la esencia de su trabajo se fundamentaba en formas estructurales que en bigarrades composiciones rebosantes de objetos de todo tipo ( personales, iconográficos, vividos, naturales...) cohabitaban en un collage de transparencias creando un conjunto tan ilusorio como real, pero pleno de vida y a la vez de equilibrio.

Ahora pero estamos en el proceso contrario. Existe como una deconstrucció del idioma. La raíz es la misma pero en los planteamientos hay una aclarada formal en un planteamiento plástico en el que domina ya más la esencia, el espíritu, la forma y el gesto, consiguiendo una intensidad muy atractiva en el visual pero sin que esta sea cebo puesto que las obras conforman aquel punto de misterio, de intriga, que es imprescindible en cualquier obra de arte si quiere ser considerada como tal.

Y entre uno y otro camino aparece la exposición del espacio renacuajo, con un poco de todo para satisfacer la diversificación pero con una punta de lanza verso esta alliberació de conceptos que sin duda es el punto de mira actual. Una exposición muy interesante que precisa detenida visita y en la que tan sóloechamos de menos algún apunte de grabado de la que Lázaro Ferré es un maestro y al que dedica actualmente buena parte de sus anhelos creativos.

Una exposición que como los bonos y viejos vinos dejan en la boca el regusto del buen arte con profundas patadas sensitivas después del goce de su visita.

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