El legado de una juguetería emblemática de Mataró llega a los niños más vulnerables

Después de cerrar sus puertas hace más de dos años, la emblemática tienda de juguetes El Tobogán de Mataró ha donado todo el material de juego y deporte que le quedaba a la Fundación Pere Tarrés, una entidad que atiende a niños y jóvenes en situación de riesgo social en la ciudad. Esta generosa contribución llega de la mano de Maria Fernández y José Antonio Sánchez, los propietarios de la tienda, que después de 38 años al frente del negocio pusieron punto final a su actividad comercial por jubilación a finales de 2022.

En un tuit reciente, el alcalde de Mataró, David Bote, agradeció esta acción solidaria: "Durante 38 años, Maria y José Antonio estuvieron al frente de la tienda El Tobogán. Dos años después de su jubilación, han donado parte de los artículos que les quedaban a la Fundación Pere Tarrés. Gracias por vuestra generosidad."

Un gesto que impacta directamente a la comunidad

Ceci Monteis, coordinadora de programas de acción social de la Fundación Pere Tarrés, ha destacado la importancia de esta donación para el trabajo que realizan con niños y jóvenes de Mataró. "Este material sirve para nuestra labor educativa diaria. Tenemos programas de refuerzo educativo, de salud e higiene, de ocio y deporte, y todo este material nos ayuda a ofrecer actividades lúdicas y educativas para los niños y jóvenes", ha explicado. Los materiales que recibieron incluyen juguetes, material deportivo como balones de fútbol sala y baloncesto, así como zapatillas deportivas y patines en línea.

La donación se realizó en tres entregas, con la primera centrada en el material deportivo, seguida de más juguetes y otros artículos. "Sobre todo quería que todo llegara a los niños, que no se perdiera nada por el camino", afirmó José Antonio Sánchez, quien contactó con el Ayuntamiento para que le orientaran sobre a quién podría hacer la donación. Finalmente, la Fundación Pere Tarrés fue la elegida por su trabajo e impacto directo en los niños y adolescentes más vulnerables. "Estamos muy agradecidos por esta contribución, actos de generosidad como éste son muy valiosos para poder llevar a cabo nuestra labor educativa diaria", añade Monteis.

Un apoyo esencial para niños y jóvenes en situación de riesgo social

El material donado por El Tobogán se destinará al Servicio de Intervención Socioeducativa (SIS) de Mataró, un programa gestionado por la Fundación Pere Tarrés y dirigido a niños de 6 a 12 años en situación de riesgo social. Este servicio tiene como objetivo proporcionar a estos niños un espacio seguro donde puedan desarrollarse personal y socialmente, mediante actividades lúdicas y educativas diseñadas para mejorar sus habilidades sociales y emocionales.

El SIS de Mataró tiene dos ubicaciones físicas: una en el barrio de Rocafonda (calle Pablo Ruiz Picasso, 28) y otra en el barrio de Boet (pasaje Pau Claris, 31). El servicio es accesible a través de derivaciones de los equipos de Infancia y Familia o de Atención a la Infancia y la Adolescencia de los servicios sociales municipales. Así, el SIS forma parte de un proyecto educativo que busca mejorar la calidad de vida de los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad y garantizar su bienestar social y emocional.

Los materiales donados por El Tobogán serán utilizados en las actividades de ocio y deporte del servicio, que ayudan a los niños a adquirir hábitos de salud e higiene, además de promover el refuerzo educativo en aquellos aspectos más cotidianos. Así, este tipo de donaciones no solo proporcionan materiales físicos, sino que también permiten generar espacios de aprendizaje y socialización en los que los niños pueden desarrollarse en un entorno seguro y estimulante.

Un legado que perdura a través de la generosidad

El Tobogán, que abrió sus puertas en 1985, fue una referencia para muchas generaciones de familias en Mataró. Tras 30 años en la Ronda O'Donnell, cerró definitivamente por la jubilación de sus propietarios, en un nuevo contexto donde también era difícil competir con las grandes distribuidoras online. A pesar de los cambios en el comercio, los propietarios decidieron mantener un trato personalizado y una gran variedad de juguetes hasta el final de su trayectoria.

Cuando bajaron la persiana definitivamente, les quedó mucho material en el almacén, que más de dos años después ha terminado encontrando un destino para los más necesitados. La donación total tiene un valor de unos 4.500 euros. Un legado, en definitiva, que no se pierde y que perdura a través de la necesidad.