Este fin de semana es el primero en que no hay confinamiento comarcal, levantado el 15 de marzo pasado en el marco de las medidas anti-Covid. De forma que hay libertad de movimiento por todo Cataluña (se mantiene el confinamiento perimetral de comunidad autónoma) pero sólo se puede hacer individualmente o bien con los miembros de la burbuja de convivencia. Unos condicionantes que en algunos casos generan dudas y complejidades.
Los movimientos por el país no tienen ninguna restricción (más allá del toque de queda nocturno, que se mantiene) si se realizan de forma individual o bien con la burbuja de convivencia. En estos dos casos no hay que esgrimir ningún motivo que justifique los movimientos entre comarcas. La cuestión es quien se contempla dentro de la citada "burbuja". En este grupo se incluyen las personas convivents bajo un mismo techo, pero también forman parte las persones cuidadoras.
Por lo tanto, la movilidad se permite en grupo tan sólo cuando se hace con las personas convivents, sean o no sean familiares. Aquí no se incluye la llamada burbuja ampliada, por ejemplo los compañeros y compañeras de trabajo con quien nos vemos diariamente, o los familiares que viven en otro hogar con quien nos encontramos de forma habitual.

Control de carretera, durante el confinamiento. Foto: ACN
El dispositivo de movilidad de los Mossos d'Esquadra de este fin de semana incorporará las medidas habituales para la época invernal pero también las de verano y también controles dinámicos a los parques naturales, donde se espera una gran afluencia. Además, se mantendrán los controles aleatorios para garantizar el cumplimiento de restricciones. En el caso de un control hay que demostrar que se es grupo burbuja y se convive bajo un mismo techo, algo que se puede hacer con el DNI, el libro de familia o el contrato de alquiler del piso, entre otros documentos.
Con estos condicionantes, queda claro que un grupo de amigos no pueden salir juntos de la comarca, a no ser que convivan en un mismo hogar. Menos claro queda el extem de una pareja no convivent. Las personas que se encuentran en esta situación han sufrido especialmente las restricciones durante esta pandemia, y con la norma actual teóricamente no pueden salir juntas en un viaje en otras comarcas, a pesar de que a la práctica es probable que se haga la vista gorda.
En cuanto a los restaurantes y a las reuniones familiares, se mantienen las restricciones previas, es decir, un máximo de cuatro personas por mesa a los establecimientos de restauración (o más, tan sólo si son grupo de convivencia) y máximo de 6 personas a los encuentros.
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